Apenas pudo dormir aquella noche. Tenía 13 años y la bicicleta de semicarrera que había en la casa mantenida por Don Dotti, un trabajador rural, estaba limpita. Ya el pueblo de Bolívar estaba revolucionado con las carreras que se hacían todos los domingos en un circuito recién asfaltado y Juan Pablo Dotti, que hasta entonces jugaba el fútbol, se había enganchado con sus amigos. Largó por primera vez una carrera en esa pesada bici de hierro y ganó, sobre la línea, confirmado por el disparo justo del fotógrafo del pueblo. Un año después, tras haber conquistado los Juegos Juveniles Bonaerenses y un Argentino Juvenil, los vecinos del pueblo hicieron una peña a beneficio y le compraron la primera bicicleta "de verdad". "Era una Privitera, azul. Estaba emocionado", recordó.

Pasó el tiempo y los 18 años lo encontraron más salidor en el boliche de Bolívar que en los primeros puestos de las carreras. "O te vas a San Juan o dejás el ciclismo", le dijeron. Y se vino. Creció, luego se fue a Europa, a Estados Unidos, y un domingo 21 de febrero de 2010 alcanzó uno de sus mayores logros en su trayectoria. Juan Pablo Dotti (25) es el flamante ganador de la XVIII Vuelta a San Juan y en el día después, le contó a DIARIO DE CUYO sus sensaciones, su temor a una rodada en la Circunvalación y el miedo a no sentirse respaldado por la gente tras arrebatarle la malla líder al ídolo local, Emanuel Saldaño. Por eso, porque el público sí lo apoyó, es que se mostró agradecido y confesó que se siente reconocido y querido por los sanjuaninos. "Siempre di espectáculo y la gente valora eso", dijo.

-Todos te daban ganador antes de largar la última etapa, ¿vos lo sentías así?-¿Tenías miedo a alguna complicación?

-Le tenía miedo a una rodada más que a una pinchadura, especialmente en los últimos kilómetros. Hasta que no entré en los últimos 3.000 metros, que por reglamento te dan el mismo tiempo si te caes o pinchás, no me sentí ganador. Además, todos sabemos que pesa mucho la localía y a mi me tocó vivir Vueltas en la Circunvalación complicadas, como cuando Villalobo peleaba con Simon, por ejemplo, y la gente nos largaba vino, orina y demás cosas. Pero yo me sentí respetado en todos los giros y cuando llegué al estadio, me emocionó mucho el cariño de la gente.

-¿Por qué creés que la gente te fue a alentar?

-Por empezar yo pensé que iba a ser muy difícil la última etapa por haberle sacado la malla líder a un sanjuanino que se está metiendo a la gente en el corazón, como Saldaño. Pero creo que la causa es que la gente me vio crecer, yo acá me forjé y después de haberme ido al exterior, volví. Además, siempre di espectáculo, corrí con garra, más allá de que viniera a prepararme. Otros han venido a prepararse y apenas ruedan. Yo nunca hice eso y creo que la gente valoró todo. Si no, no hubiera ido tanto público a la Circunvalación.

-Sos profesional en el exterior, ganaste la Doble Calingasta y ahora la Vuelta, ¿te sentís ídolo en San Juan?

-No, pero sí reconocido. Yo gané en Italia, España, Serbia, Venezuela y Uruguay, pero había personas que decían: Y bueno, pero en San Juan no ganó nada. Así que quizá esto sirva para que si había gente que hinchaba por otro corredor, a lo mejor ahora lo haga por mi. Yo no tengo más que gestos de agradecimiento para los sanjuaninos y por eso digo que la palabra ídolo me queda grande. Pero por lo que demostró la gente en esta Vuelta, sí puedo decir que me siento reconocido y querido.

-¿Era posible que Pocito no ganara la Vuelta, con tantos ciclistas e infraestructura?

-Sí, ésta fue una de las mejores Vueltas de los últimos años. Ningún equipo vino a prepararse y estuvieron los mejores corredores del país. El nivel fue altísimo.

-¿Había un ranking en el equipo de candidatos a ganar la Vuelta?

-Eso del ranking lo armó la prensa. Pero en la interna del equipo, todos teníamos las mismas chances. Y en El Colorado fue así, porque cuando atacó la Agrupación Virgen de Fátima, se fueron quedando Fernández, Escuela y Richeze. Y yo era el que más resto tenía para atacar y buscar la victoria. Me preparé mucho para esta Vuelta y sabía que estaba en un gran equipo, dos cosas claves para lograr una victoria así.