El talentoso armador de Boca Juniors, Juan Román Riquelme, fue tan preciso ayer con la lengua como lo es con la pelota a la hora de usar su pie derecho: "No nos pueden marcar tres goles en casa. A la hora de marcar es un trabajo de todos y de atacar, también. Pero ya estamos en la mitad del torneo, sabíamos que el nueve de ellos es un jugador peligroso que está pasando un buen momento y no nos pueden marcar tres goles en la Bombonera", se lamentó Riquelme en su contacto con los periodistas, tras el 3-3 ante Tigre en La Bombonera. El nueve de Tigre es el fornido Denis Stracqualursi, goleador del torneo Apertura y también líder entre los artilleros del torneo Clausura, competencia que ya desarrolló sus diez primeras fechas. "Queríamos ganar, estamos en casa y al final empatamos", admitió el enganche, a quien no le alcanzó para terminar la jornada satisfecho ni su rendimiento individual, que fue una vez más positivo, ya que convirtió un tanto y jugó mejor que todos sus compañeros. "Uno siempre juega para ganar", insistió Riquelme, como para que no queden dudas de su insatisfacción, más allá de que hayan reaccionado tras dos desventajas en el tanteador, un 2-0 y un 3-2.

Por su parte el DT, Julio Falcioni, fue menos drástico y señaló que "el punto sirve. El equipo se encontró en desventaja, pero ante la adversidad reaccionamos con personalidad y agresividad. Pensábamos salir de la misma manera en el segundo tiempo pero no tuvimos tanto manejo de pelota como en el primero".