"Sabía que Saldaño iba a buscar la meta bonificada para sacarme la malla líder, pero lo dejé porque no tenía una buena sensación. Así que no me desesperé, decidí esperar y me la jugué en el sprint. La verdad que estoy cansado, pero este equipo se merecía el buen momento por el que está pasando", dijo Gerardo Fernández, quien ayer ganó por segunda vez en cuatro etapas, muy alejado de aquella vez en 2006, cuando ganó la Vuelta a pura regularidad, sin triunfos y con un segundo puesto como mejor resultado.
Hoy, el bonaerense sabe que está ante una etapa clave. Es que Gerardo es un buen contrarrelojista, aunque no es su especialidad. "Espero seguir como líder al final de la crono. Yo me tengo fe y que no queden dudas que voy a dejar todo", indicó, y luego agregó que por las lesiones por la rodada del segundo día, está dando cierta ventaja. "Uno sabe que tiene que cuidarse un poco más, que al físico hay que resguardarlo en ciertos momentos. Pero bueno, no siempre se puede conseguir todo", se resignó.
Igual, a sabiendas de que cada segundo es valioso, ayer buscó un triunfo en un embalaje reservado para hombres con coraje. "Si bien saqué más ventaja, hasta el último en el último podio no voy a darme ganador por anticipado. Todavía queda mucho", dijo el doble ganador de la Vuelta de San Juan y que defiende el número 1 logrado en 2009.