Feliz. Ariel Antonio Agüero sabia que su momento de volver a Peñarol se daría con naturalidad y sin forzar nada. Ahora disfruta su vuelta pero sabe que no es sencillo el momento.

El tiempo no es nada y todo a la vez. 30 años marcan mucho y en la vida deportiva del exfutbolista Ariel Antonio Agüero ese fue el tiempo para regresar a su segunda casa: Sportivo Peñarol. El Oso, hincha bohemio, decidió asumir el desafío en uno de los momentos más complejos del club. Intervenido, con denuncias, con deudas, descendido y con una sangría futbolística tremenda, la decisión de Agüero ni la pensó. Asumió hace pocos días, dirigirá su segundo partido en el Torneo de Invierno pero no se achica para nada. Sabe que es una decisión más que complicada pero no se arrepiente de venir a sumar en un momento grave.

"Hubo algún sondeo en el Federal como para venir, pero estaba en Peñaflor y no se dio. Ahora, vamos a dejar todo para salir adelante."
Ariel Antonio Agüero - Entrenador de Peñarol

"Yo llegué a la vida de Peñarol en 1994. Llegué desde Paso de Los Andes, hice inferiores y en el 97 debuté ya en Primera. Luego llegó el derrotero por Alianza, más tarde San Martín y ese fantástico sueño hecho realidad del ascenso. Ni hablar de la historia en Gimnasia de La Plata, en Quilmes. Pasó luego la etapa en Independiente Rivadavia en Mendoza y luego, el final de la carrera como jugador. Le fui dando paso a la dirección técnica como ayudante en FADEP, Huracán Las Heras y hace dos años en Atlético Peñaflor. Como que se fue dando el momento para regresar y cuando Peñarol me necesitó, no lo pensé. Acá estoy aportando lo mío, apoyando este momento de reconstrucción del club desde todos los sentidos", reconoció Agüero después de la práctica de este jueves. No es sencillo el momento deportivo del Bohemio. Recién descendido del Federal A, con una intervención en el medio, las consecuencias futbolísticas pasaron por el vaciamiento de un plantel con experiencia. Quedaron muchos chicos, algunos con roce en Federal A pero juveniles. Agüero sabe lo que tiene y lo pone en valor: "Lamentablemente se fueron varios futbolistas con experiencia que siempre son clave para sostener al resto. Quedaron algunos pibes que han entrenado con plantel de Federal y una camada muy buena que es el fruto del trabajo de inferiores que se venía haciendo muy bien en el club. No es sencillo el tema porque nadie regala nada y tenemos que sumar siempre. Estamos seguros que tenemos que dejar todo en cada trabajo semanal y en cada partido para que Peñarol salga de este momento". En lo personal, sus sensaciones son más que intensas: "Volver acá es como volver a mi casa. Uno repasa todo lo que vivió en el fútbol y se da cuenta que acá empezó todo. Es un club para quererlo, yo soy hincha de Peñarol y creo que la vida sabe cuando y cómo se tienen que dar las cosas", sentenció Ariel, sabiendo que fue su mejor elección.