En el 2020, es decir, en dos meses más, la edición la Vuelta a San Juan tendrá su mejor edición, sin dudas. Por su nivel (será de categoría UCI Pro Series), por la calidad de sus competidores, por la pasión de sus seguidores y por la historia, esa que comenzó a escribirse hace 38 años, más precisamente un martes 1 de diciembre de 1981 bajo un intenso calor.

Aquel día se concretaba el inicio de una carrera que nació en octubre del aquel año en las entrañas de Radio Colón, por iniciativa de los dirigentes del Pedal Club Olimpia, Vicente Tapia y Rodolfo Becerra y dos reconocidos periodistas deportivos como Hugo Rodríguez y Néstor Andrés Páez. En ese entonces la efervescencia del público ya se hacía sentir en cada ruta y en cada camino que atravesaba el pelotón multicolor, acompañando bien de cerca el gran sacrificio que hacía cada pedalero para poder cumplir sus objetivos.

Ciclistas sanjuaninos de primer nivel participaron de aquella aventura. Antonio Matesevach, Moisés Carrizo, Roberto Bernard, Armando Ramírez y los hermanos Juan Carlos y Mario Ruarte, entre otros, dijeron presente en su provincia.

El martes 1 de diciembre se registró el palancazo inicial de la competencia. La primera etapa partió en caravana en la Plaza 25 de Mayo y comenzó en la Plaza de Santa Lucía. Desde allí, los pedaleros recorrieron 138 kilómetros hasta Marayes, Caucete y el ganador fue el chileno Manuel Valenzuela, que protagonizó una extensa fuga.

Al día siguiente, bien temprano, los ciclistas viajaron hasta Valle Fértil, recorriendo 112 kilómetros a puro Sol y sorteando los obstáculos del tramo de ripio entre Chucuma y Astica. Valenzuela volvió a levantar los brazos en la línea de llegada, con un tiempo de 2 horas y 54 minutos.

El tercer capítulo comenzó a las 8 de la mañana y fue el más largo del tour. Desde el departamento del Este, los protagonistas hicieron 177 kilómetros sobre el corazón del desierto para arribar a Villa Unión, en La Rioja. En este parcial, el vencedor fue el mendocino Escalante, quien con sus 4 horas, 6 minutos y 35 segundos saltó a liderar la clasificación general.

La acción continuó el viernes 4 de diciembre. Ese día, los pedaleros hicieron 95 kilómetros entre Guandacol y Jáchal sobre una superficie consolidada de ripio. Fue un trámite y otro mendocino, en este caso Luis Sabattini, se subió a lo más alto del podio. Con un gran esfuerzo acumulado, el pelotón afrontó el quinto parcial. Tuvo el mismo kilometraje que el anterior y una leve trepada entre Jáchal y Rodeo, resultando ganador el bonaerense Eduardo Trillini.

La sexta etapa fue de 174 kilómetros. En plena siesta, el pelotón multicolor partió desde el departamento del Noroeste y tuvo que transitar por un asfalto ondulado, largas trepadas y también algunos descensos. Fue el primer segmento que terminó en el viejo velódromo Vicente Chancay y el que se llevó los laureles fue nuevamente Manuel Valenzuela, quien de todas maneras no pudo saltar al liderato.

El lunes 7 de diciembre hubo descanso y el día posterior se disputó el séptimo capítulo. Fue un recorrido de 120 kilómetros por el Gran San Juan y otra vez Trillini anotó su nombre en lo más alto para empezar a escalar en la general. Luego llegaron los 142 kilómetros entre Santa Lucía, Caucete, San Martín, Angaco, Albardón, Chimbas y un paseo por el Dique de Ullum. Fue una verdadera lucha entre los candidatos y Valenzuela, muy afilado, volvió a ser el más veloz.

El noveno parcial consistió en 135 kilómetros desde Capital a Calingasta. Fue una batalla desfilando entre el espectacular paisaje plagado de cerros en el que salió triunfador Eduardo Trillini, desplegando todo su potencial y registrando 3 horas, 21 minutos y 28 segundos. Quedaban tan solo dos esfuerzos y el pedalero bonaerense ya había saltado al tercer lugar para mantenerse expectante e ir con todo por la gloria.

Un día después, el viernes 11 de diciembre, llegó el turno para los velocistas. En una contrarreloj de 42 kilómetros entre Calingasta y Barreal, Trillini le hizo frente al viento y al desnivel para volar y marcar 56 minutos y 1 segundo, quedando al tope de la tabla acumulada a falta de tan solo un parcial.

El último tramo, de 176 kilómetros, unió Barreal con el velódromo ubicado en el Parque de Mayo. Allí, en el coliseo del ciclismo sanjuanino, Eduardo Trillini ratificó sus aspiraciones con un tiempo de 4 horas, 33 minutos y 58 segundos, y se consagró ante una multitud en la primera edición de la Vuelta a San Juan. “Teníamos un equipo como para ganar esta carrera y por suerte se nos dio”, dijo en medio del festejo el integrante de Maravilla.

Así fue el nacimiento de la carrera madre del calendario rutero sanjuanino. Hace 38 años aquellos dirigentes y también los destacados ciclistas de la época colocaron esos firmes cimientos para que crezca a pasos agigantados edición tras edición hasta lo que es desde el 2017: la Vuelta Internacional a San Juan.