Estudiantes de La Plata jugó anoche con mayor determinación, concentración y compromiso que Boca Juniors y alcanzó como local un indiscutible triunfo por 2-0. Guido Carrillo fue autor de los dos goles en la etapa decisiva, el segundo de penal, y marcó la diferencia en favor de un equipo que tuvo a Jorge Luna como su atinado conductor ofensivo, que se apoyó en la seguridad que le dio el veterano Leandro Desábato en el fondo y contó con el esfuerzo inclaudicable de todos para imponer condiciones durante la mayor parte del juego.

Boca sólo en el final del primer período pareció tener el control del juego, pero se vio desbordado durante gran parte de la etapa inicial, no tuvo respuestas cuando quedó en desventaja a poco de iniciado el complemento, demoró de manera incomprensible los cambios que hubieran podido darle un cambio al desarrollo y terminó derrotado sin ningún atenuante.

Estudiantes dispuso una presión muy intensa en la primera media hora que le permitió ganar la posesión de la pelota y sostener la iniciativa, pero su propia aceleración lo privó de ser más claro en las llegadas.

De todas maneras el local contó, a los 8 minutos, con un remate de Luna, que se fue por encima del travesaño después de recibir de Carlos Auzqui.

A los 26 hubo otra oportunidad para el anfitrión, porque Luna disparó y su intento pasó junto al palo izquierdo, tras una acción que armaron Joaquín Correa y el uruguayo Matías Aguirregaray.
En el último tramo, cuando el Pincharrata se tomó un respiro, Boca empezó a circular mejor el balón y dispuso de una ocasión muy clara en el minuto 32, cuando Juan Manuel Martínez remató desde muy buena posición, pero Desábato, arrojándose hacia el arco, amortiguó la pelota con su pecho sobre la línea. Y Estudiantes tuvo otra, a los 41’, con un tiro libre débil de Luna, que peinó Desábato por arriba del travesaño.

En el segundo capítulo el juego comenzó confuso, enredado, con los dos prestándose la pelota, pero sobre los 9 minutos Luna ejecutó un tiro libre hacia el área, Leandro Marín rechazó de cabeza corto y Carrillo, sin demoras, conectó un impecable derechazo bajo a palo izquierdo que puso a Estudiantes en ventaja.
Desde entonces y hasta el final Boca nunca encontró el camino hacia el arco rival y contó con una sola llegada profunda, que dilapidó Martínez.

Estudiantes controló a su oponente sin mayores inconvenientes, ya había pasado la media hora cuando Carlos Bianchi decidió los ingresos de Cángele y Gigliotti, el último en reemplazo de un Riquelme que no tuvo peso en el partido y pidió salir, pero ya era muy tarde para que aparecieran las soluciones. A los 43 el árbitro Ceballos sancionó un inexistente penal de Daniel Díaz a Israel Damonte y Carrillo colocó el 2-0 definitivo.