El seleccionado de fútbol de Togo retornó a su país y desistió de participar de la Copa de África, después del ataque que sufriera la delegación en la frontera con Angola, que dejó un saldo de tres muertos y abrió una complejo debate sobre la seguridad para el mundial de Sudáfrica. Los jugadores de Togo fueron obligados a volar de regreso a Lomé por el gobierno de su país, después de una reunión mantenida anoche, aunque en principio querían seguir en el torneo pese a ser objeto del mencionado ataque terrorista.
"Definitivamente no jugaremos la Copa África y viajaremos en avión de Angola a Togo", dijo desde Cabinda al diario Bild Assimiou Touré, defensor del Leverkusen alemán.
"El avión del presidente nos viene a buscar. En Togo asistiremos a todos los funerales. Habíamos decidido hacer algo bueno por el país y jugar en honor de los que habían muerto", explicó el capitán del equipo, Emmanuel Adebayor, a la radio francesa RMC. "Pero por desgracia el jefe de Estado y el Gobierno decidieron otra cosa", aclaró.
El micro del plantel fue atacado el viernes por rebeldes separatistas angoleños en Cabinda, en la frontera entre Congo, Brazzaville y Angola, precisó la agencia DPA.
En el tiroteo murieron el asistente del técnico, el portavoz de prensa y el conductor del vehículo y resultaron heridos otros miembros del equipo, algunos de ellos de gravedad.
La incertidumbre sobre si Togo jugaría hoy su partido de debut en el Grupo B ante Ghana duró hasta ayer mismo.
"Vinimos a una fiesta del fútbol, pero ahora es como si se hubiera convertido en la guerra", dijo el arquero togolés Kossi Agassa. Y hasta el mismo Adebayor se mostró en un principio favorable a abandonar el país.
Más tarde, sin embargo, el equipo se reunió y decidió jugar. "No podemos dejar a los muertos y los heridos y huir como unos cobardes", dijo Alaisys Romao, jugador del Grenoble francés, al diario deportivo de ese país, L"Equipe. Finalmente, el Gobierno de su país los obligó a regresar.