River Plate intentará concretar hoy una superlativa actuación para conquistar su segundo título ecuménico en su rica historia, cuando juegue ante el fastuoso Barcelona de España, con la probable presencia de Lionel Messi tras superar un cólico renal, en la final del Mundial de Clubes que se desarrolla en Japón y organiza la FIFA. El partido tendrá como escenario al International Yokohama Stadium, desde las 7.30 de Argentina (19.30 de Japón), y se estima que habrá, al menos, unos 15.000 simpatizantes riverplatenses.

En caso de culminar igualado el cotejo al término del tiempo reglamentario, se recurrirá a 30 minutos suplementarios y de subsistir el empate se dirimirá el título con remates ejecutados desde el punto penal.

River llegó a esta instancia luego de superar a Sanfrecce por 1-0, mientras que Barcelona, pese a las ausencias de Messi y Neymar, doblegó a Guangzhou por 3-0.

El equipo de Nuñez, que ya ganó también en Japón la Copa Intercontinental en 1986 ante Steaua Bucarest de Rumania (era un solo partido y fue 1-0), tiene una especial motivación en esta ocasión, más allá del acicate que conlleva alcanzar el título mundial, y es el rótulo de ’punto’ con el que llega a esta definición ante un equipo que es considerado hace rato como el mejor equipo del mundo, por funcionamiento y sus fantásticas individualidades.

Pero River ofrecerá lo suyo para contradecir a la ’cátedra’ que lo da como víctima en la final. El equipo de Marcelo Gallardo tendrá que jugar con un notable grado de concentración, sin cometer errores y es probable que apueste a un desarrollo ligado al roce para que el elenco catalán sufra físicamente el juego, sin confundir mala intención con juego fuerte.