La lejana Jujuy será el lugar donde este San Martín de Darío Franco buscará recuperar la soledad absoluta en la cima de las posiciones ya que ayer fue alcanzado por Rafaela, que empató en Córdoba. El Verdinegro jugará en la "Tacita de Plata" su ilusión, sabiendo que es un reducto esquivo históricamente para él. Desde las 18.30 pondrá a prueba nuevamente el sistema táctico que empleó por primera vez en el certamen, y con mucho éxito, ante Unión la fecha anterior y que le sirvió para reencontrarse con el triunfo luego de tres fechas.

San Martín encontró en la flexibilidad táctica de su técnico el dibujo ideal para este momento, teniendo en Messera ese hombre clave. Distinto, como lo califican sus propios compañeros y el hincha del Verdinegro. Con él de enlace se vio, acaso, la mejor versión del equipo hace siete días y justamente ante un equipo que peleará hasta el final como el Tatengue de Kudelka. Por eso Franco decidió, comprensiblemente, mantener formación y sistema para ir a Jujuy, lo que representó el viaje más largo en colectivo del equipo tras recorrer durante 18 horas los 1.168 kilómetros hasta San Salvador.

Jujuy no ha sido un terreno de alegrías para el club de Concepción, empezando porque el descenso de Primera se consumó en el estadio "23 de agosto" en mayo del 2008. De los ocho partidos que disputó en ese reducto, sólo ganó en uno, en el 2001 con un par de gritos del Chipi Soler. El resto, seis caídas y un empate. Gimnasia es el equipo con menos goles a favor del certamen con 5 goles convertidos. San Martín en ese sentido está tranquilo pues acumula más del triple (16).

"Es muy importante ser punteros. Me gusta ver a todos desde lo más alto. Es una presión que tenemos y que queremos. Hoy más que nunca, dependemos de nosotros", explicó Franco en la semana sobre el sabor a ser el primero en la tabla de la B Nacional. Pasadas las 20.30 tratará de sentir nuevamente ese placer tan especial.