La sorprendente Venezuela está rindiendo el mejor homenaje al hombre que modificó radicalmente su historia futbolística. En Argentina, donde nació y murió José Omar Pastoriza, la Vinotinto está realizando su mejor campaña en un torneo continental.
Fue el "Pato" Pastoriza quien puso la piedra basal de este presente único de la selección venezolana de fútbol.
"Introdujo la técnica, la disciplina, la estrategia, y formó a un buen grupo de técnicos, que han seguido sus orientaciones y vibran como lo hacía él por el fútbol", lo homenajeó tras su muerte el 2 de agosto de 2004, el -por entonces- Viceministro de Deportes de Venezuela, Eduardo Alvarez.
El actual entrenador del equipo sorpresa de la Copa América 2011, César Farías, se encargó de resaltar la tarea del entrenador argentino que dirigió a ese conjunto entre 1998 y 2001."Pastoriza dejó mensajes importantes para el fútbol venezolano. Los resultados que se vinieron obteniendo en los últimos tiempos y estos mismos de ahora son, en gran parte, gracias al trabajo que hizo en nuestro país".
Fue Pastoriza quien revolucionó el fútbol caribeño. El fue quien en 1999 hizo debutar en el arco a Renny Vega, una de las figuras excluyentes que tiene este conjunto.
La historia de la Vinotinto se divide en un antes y un después de Pastoriza. El fútbol comenzó a practicarse en 1938. Recién en 1952 se afilió a la FIFA. Jamás pisó un Mundial y su mejor resultado en Copa América es un quinto puesto en su edición debut de 1967 (aunque sobre seis participantes). Ni identidad propia tuvo en su primer partido jugado en el Centenario montevideano: como su camiseta se confundía con la del rival, Chile, debió salir a la cancha con la aurinegra prestada de Peñarol.
Incluso se llegó a comer un 11-0 contra la Argentina en Rosario. Con suerte si jugó los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. Y por invitación.

