De estar peligrando con la promoción, a clasificar a la fase final. Demasiada alegría e ilusión junta, que hace soñar a Desamparados y a su gente. Su entrenador, Ricardo Dillon, toma todo este momento con tranquilidad, con cautela. Prefiere mantenerse al margen de la opinión sobre sus rivales, pero sí aclaró que no quiere "tropezarse con la misma piedra. Nos tocan Estudiantes y Huracán de local, dos equipos con los que perdimos en la rueda anterior en casa", afirmó el Flaco, quien tampoco saca la calculadora para hacer números. Una mala experiencia, le sirvió para señalar que "no saco números de cuántos puntos tenemos que sacar para salir primeros. Ya tuve una mala experiencia ante Racing de Córdoba, teníamos que ganar de local para ir a la final y perdimos, por eso prefiero ir partido a partido". El domingo a las 19.30 recibirá en el Serpentario a Estudiantes de Río Cuarto (rival que lo venció a Sportivo las dos veces que lo enfrentó) en la segunda fecha del pentagonal final, luego de quedar libre en la primera.
En cuanto a viajes Desamparados no tendrá que recorrer largas distancias en cuanto a sus rivales, pero tiene compromisos duros, contra equipos candidatos, que siempre están en la pelea. En ese caso Ricardo Dillon señaló que tanto Santamarina de Tandil como Talleres de Córdoba son "dos equipos protagonistas del torneo, siempre están peleando por ascender. Nosotros también tenemos ese deseo. Santamarina y Talleres son dos rivales a respetar como los otros dos, por algo llegaron hasta esta instancia. Toda esta parte del torneo es un misión difícil, pero Desamparados tiene material para hacerle frente al final del certamen. Todos los partidos serán finales. Seguramente con poco fútbol por los propios nervios y con demasiada concentración para no cometer errores".
El técnico Víbora analiza los partidos desde adentro del campo de juego, "todos creo que van hacer partidos cerrados, de pocos goles, el que menos se equivoque es el que va a ganar. También depende de los resultados que se den mañana (por hoy) en la primera fecha, en la que nosotros cumplimos fecha libre". Dillon no se acelera, no se vuelve loco, prefiere tomarlo con calma a este presente e ir partido tras partido para no tropezarse con la misma piedra.