En el fútbol como en la vida misma hay que tomar decisiones sin saber qué consecuencias traerán o si realmente es la acertada. Sólo el tiempo tiene la respuesta y fiel al estilo histórico de San Martín de no contratar técnicos de renombre, en la segunda semana de diciembre del año pasado la dirigencia se inclinó por Pablo Lavallén para la conducción del equipo. Un DT sin experiencia en Primera División, pero con el antecedente de orientar la 7ma división de River durante 5 años. Y hoy, con 6 fechas jugadas, demostró que tiene escuela y que sabe volcarla a sus jugadores. Pasó a ser el técnico sensación con un juego atrevido y vistoso, que está dando frutos y sumó en 5 de los 6 partidos, está invicto de visitante y ese Lavallén por el que se apostó, hoy está sacando pleno y tras el triunfo del sábado ante Atlético de Rafaela se convirtió en el personaje del finde. ‘Me llega en mi mejor momento’, contó el día que asumió. Y llegó a San Juan con una obligación: ‘Ser protagonista y diagramar equipos que sean ofensivos y que tengan una identidad de juego’. Lo logró con los juveniles del Millonario y lo está consiguiendo con el Verdinegro. En silencio está construyendo una fortaleza y la inexperiencia de nunca orientar en la máxima categoría no le ha pesado, por eso tiene permiso para soñar y con bases sólidas.
Armó un equipo nuevo, sin figuras, pero con futbolistas con ganas de triunfar. Potenció a jugadores que venían del ascenso (como Emanuel Dening, goleador del equipo con 4 tantos y Joaquín Molina), sacó del closet a algunos que parecían no tener lugar (el más claro ejemplo es Lucas Salas), le dio confianza a aquellos que no tuvieron continuidad el año pasado (Matías Fissore es el mejor caso, y Javier Toledo que le responde con goles), respetó el lugar que ya tenían ganado Luis Ardente y Francisco Mattia, y le imprimió su estilo al equipo teniendo un conductor dentro de la cancha como lo es Marcos Gelabert, para tener el ‘Pampa’ un papel fundamental que en anteriores temporadas no sucedía. Lavallén, aquel ex lateral izquierdo, ganador de cuatro títulos durante sus 5 años en el Millonario, reemplazó a Carlos Mayor quien decidió no continuar y por ello la oportunidad le llegó. Hizo escuela en River y hoy busca recibirse de profesor, porque en base a los resultados tácticos, técnicos y el andar sólido de San Martín en el torneo, no parece ser un novato. Dos triunfos, tres empates y un derrota es la marca que tiene el técnico de 43 años, quien tiene como entrenadores que lo inspiraron en la profesión que ocupa a Daniel Passarella, Alejandro Sabella, Miguel Brindisi y Ramón Díaz. Tuvo un traspié ante Boca (única derrota), en la que muchos hinchas le reprocharon que respetó demasiado al rival. Y fue un error que lo transformó en una experiencia que nunca más repitió y ganar tanto de visitante como de local es su idea. Con bases sólidas para un equipo que por momentos no parece en formación, porque hace de la tenencia de pelota, la rotación, el toque preciso, juego por la bandas, capacidad para encarar y entendimiento defensivo un arma difícil de frenar para los rivales. Que además deben sufrir a un equipo que marcó goles en 5 de los 6 partidos que jugó. Pablo ya mostró su carta de presentación, tiene mucho por construir, pero se ganó el respeto y va por más, por eso abran cancha, que llegó Lavallén y quiere más.