El boleto. Las hockistas argentinas desatan la locura al ganarle por penales a las chilenas, en una definición infartante. Ahora irán por la gloria ante las anfitrionas.

El final fue dramático. Como lo es siempre una definición por penales. Con la adrenalina al máximo. Y Las Águilas terminaron festejando abrazadas a su ilusión. Después del 2-2 ante Chile por una de las semifinales se dio el 2-1 en esos penales y el pasaporte a la finalísima del Mundial femenino de hockey sobre patines que se juega acá, en Barcelona, por los World Roller Games 2019.

En el primer tiempo, Las Águilas arrancaron mucho mejor y por eso justificaron el gol que llegó a los 4 minutos y medio. Diez segundos antes el árbitro no cobró un gol auténtico de Luciana Agudo porque no vio que la bocha traspasó la línea de gol. Pero ahí nomás la propia Luciana encontró su premio con un bombazo que se incrustó en uno de los ángulos del arco chileno. Fue el 1-0 y hasta ahí todo estaba bien.

Pero las trasandinas supieron reaccionar a la situación desfavorable y le metieron pimienta. Cerca de los 10 minutos Valentina Fernández, que habías ingresado desde el banco, perdió una bocha con su equipo al ataque y, en la contra, Chile fue letal. Los movimientos rápidos terminaron en gol de Catalina Flores. Desde el meridiano del primer tiempo todo se hizo parejo, de ida y vuelta y emocionante. Se fue el primer tiempo y el empate premió por igual a ambos.

El segundo tiempo arrancó con todo. Las chilenas plantadas cerca de su área buscando la contra y las argentinas buscando desnivelar en base a su dominio de bocha. Luciana Agudo seguía siendo la más inteligente para quebrar la línea defensiva chilena. Los minutos fueron pasando sin que se dieran cambios. Hasta que llegó el minuto seis y se dio una situación veloz y sorpresiva, que significó el segundo gol argentino. Ejecutaron rápido una infracción, las bocha fue para la izquierda y el centro de Luciana Agudo lo capitalizó Lorena Rodríguez para mandarla al fondo del arco rival. Lo que siguió hasta el final fue pura emoción y hasta dramatismo. Las chilenas salieron a atacar a cara descubierta y Las Águilas trataron de ser más firmes en defensa. Pero equivocaron con sus posesiones que, lejos de ser largas, las hicieron demasiado cortas. Y Chile, con toda su fuerza, logró lo que buscaba: El empate. Tras un fuerte tiro de Macarena Ramos, la bocha dio en la espalda de Luciana Agudo y dejó sin chances a Anabella Flores. Y con eso se fue el partido. Llegó el alargue. Siempre con Argentina siendo más desde la propuesta y Chile esperando. Y no hubo variantes. En la lotería de los penales. En el momento que Luciana Agudo tocó el cielo con las manos al marcar el último penal de la serie y desemparejar el 1-1 que venía en esos tiros.

La figura

Anabella Flores (foto) se convirtió en héroe de la victoria sobre Chile. Es que la arquera argentina contuvo tres tiros (otro se fue desviado y el restante fue gol) y eso fue vital para ganar y pasar a la final: "No sé si es experiencia. Sólo siento que estoy mejor que los Mundiales anteriores. No me pongo tan nerviosa al entrar y siento que el técnico me ha dado muchísima confianza. Nunca tuve una definición por penales con la Selección. Es más, muy pocas veces la tuve con mi club, Concepción, pero nos hemos cansado de practicar penales y libres. Era como que sabíamos que iba a estar tan difícil. Y no queríamos que se nos escape nada. Yo era malísima en los penales. No paraba una. Y mirá ahora, tenía que parar dos y lo hice. Eran claves". Y Anabella siguió: "¿El que me hicieron? Me jugué al otro palo. Hay muchas cosas que se te pasan por la cabeza. El domingo será igual de difícil. Pero hay que irse preparando desde ya. Ahora a descansar y concentrarnos en ese partido. Tenemos un día de descanso y tenemos que visualizar bien y relajarnos un poquito. Fue muy grande la tensión de hoy. Tengo que felicitar a Chile por el partido que hizo". Y finalizó hablando del partido por la corona: "¿Si tiene sabor a revancha una definición con España? Sí, pero hemos tratado de no ir tanto por ese camino sino pensar que es una nueva oportunidad. Nada es nuestro y hay que ganarlo".