El descenso de River al Nacional B supone un golpe letal para la tesorería del club, despojado de recursos, hundido en deudas y con un déficit anual creciente. La primera y considerable pérdida económica reside en los derechos televisivos, la principal fuente de ingresos. Su nueva categoría implica un recorte de 24 millones de pesos anuales en el contrato con "Fútbol Para Todos", y ya no serán 28 sino cuatro los millones que percibirá.

River arribará a la B Nacional con un pasivo oficialmente reconocido de 98.105.794 pesos y un déficit operativo anual creciente. En el último año, pasó de gastar 34 a 47 millones de pesos en el fútbol profesional; de 2,7 a 4,2 millones el costo administrativo y de 5,8 a 7,2 el importe pagado por seguridad. Además, deberá resolver la situación de un plantel profesional que reclama una deuda cercana a los 30 millones de pesos.

En medio del complejo escenario que se avecina, se deberá replantear el fideicomiso deseado por Passarella como única posibilidad de rescate económico. El club pretende un salvataje de 20 millones de dólares, que ya fue negado por una calificadora de riesgo. Sin ese ingreso, las entradas económicas del club se reducen a un pequeño conjunto de contratos publicitarios, que hasta podrían renegociarse por la desgracia deportiva.

Con Adidas tiene un vínculo de 20 millones de dólares por seis años que vence en 2014; con Petrobras, 2,5 millones de dólares anuales hasta julio de 2012; y con Tramontina 600.000 dólares por temporada hasta enero próximo.