Para la gran mayoría de los participantes de cada edición del Dakar, el objetivo fundamental es completar el recorrido. ‘Ganarle al Dakar’ es la premisa y Alberto Ontiveros fue uno de los 221 participantes que puede afirmarlo, de los 347 que largaron. Y para su historia particular el marcador indica: Ontiveros 3-Dakar 0. Es el único de los 11 sanjuaninos que participaron al menos una vez que sigue invicto y además iguala a Lino Sisterna (padre) en el tope de la tabla de quienes llegaron a la meta final.
“Me invaden la felicidad y la tranquilidad del deber cumplido. Nos sobrepusimos a la adversidad”, afirmó el piloto de la moto Beta RR450 #72 que culminó 72 en la clasificación general y ayer, en la última etapa, tuvo otra gran actuación al posicionarse 38vo.
Para resumir su tercer Dakar en un párrafo, ‘Puchi’ sufrió en la primera semana, cuando por primera vez en su historia supo lo que es romper un motor. Y le pasó dos veces. Al día de descanso llegó sabiendo que debía olvidar de terminar entre los mejores 35. A partir de ahí, con el motor que usa para entrenar durante el año, aprovechó su experiencia en navegación y fue logrando su mejor performance, al punto que en la antepenúltima etapa, cuando arribó a San Juan, consiguió su mejor posición histórica en una etapa, con el puesto 32.
“Este Dakar fue igual de duro que los anteriores, pero los los problemas mecánicos hicieron que fuera más complicado. Tuve que hacer un esfuerzo físico mayor para poder avanzar en el clasificador”, resumió el Puchi, que entre las promesas que debe cumplir por completar un tercer Dakar figuran una nueva visita a Difunta Correa, a quien le regala la campera y los guantes, y otra a Santa Bárbara en Mogna. Su agradecimiento también apuntó a “Gobierno de San Juan, el diputado José Luis Gioja, el gobernador Sergio Uñac, Daniel Molina, Telesol, Motos Lucero, Sabino Pignatari, Becher, a mi mamá, a mi papá, a mis primos, a mi novia y a toda la gente de San Juan que nos apoyó”.