Con el marco del Empire State, símbolo de Nueva York, Juan Martín Del Potro se lució ayer como el nuevo campeón del Abierto de los Estados Unidos para las últimas fotos de la zaga de su hazaña en el cemento del Arthur Ashe. "Cada cinco minutos me vienen imágenes de la final y del último punto y me agarran escalofríos", sintetizó Del Potro sobre sus nuevas sensaciones, propias de la consagración en el torneo que soñó desde que una raqueta se posó en sus manos por primera vez. Pero ahora, Delpo tiene una nueva ilusión: "El número uno es otro de los sueños que tengo, como era ganar el US Open, y cada vez estoy más cerca. Pero al mismo tiempo todavía estoy lejos de lo que es Roger Federer hoy. Pero sé que mientras yo esté bien puedo tener oportunidad con todos".
"Lo bueno es que soy joven para aprender, mejorar y en un futuro, cuando ya esté todo listo, en todos los aspectos, voy a poder aspirar a pelear el número uno", añadió.
Delpo no borró la sonrisa en todo momento. Mostró su simplicidad constantemente y no evidenció cansancio pese a que fue solicitado por innumerable cantidad de medios de todo el mundo. "Fue un día de mucho trabajo, pero es parte de todo esto y me pone muy feliz. Por ejemplo, nunca había estado en el Empire State y me pareció muy lindo. Creo que se me hace difícil tomar conciencia de lo que pasó", describió el argentino tras la sesión de fotos.
Con su triunfo, el ganador del Abierto de Estados Unidos se aseguró su presencia en la Final del Circuito ATP (ex Masters), que este año tendrá lugar en Londres. Del Potro se une así a Roger Federer, Rafael Nadal, Andy Murray y Novak Djokovic.
"El Masters es mi próximo objetivo. Entrar al Masters en esta época es porque hiciste una gran temporada y asegurarme un lugar en septiembre me da tranquilidad para jugar el resto de la temporada, para tratar de disfrutar un poco más y no estar pensando cómo salió tal y que pasa si gana tal", agregó el tandilense.
Por su parte, contó que había hablado con sus padres después de las semifinales y que les recomendó que permanecieran en Argentina, pero aseguró que está deseando reunirse de nuevo con ellos. El tenista indicó que fue precisamente en sus padres en quienes primero pensó instantes después de ganar la final y también en sus amigos. Y aseguró que aquel momento fue "el mejor de mi vida, sin duda".
Y dejó otra confesión: "Cuando terminó el partido Roger me dijo palabras que me emocionaron: ‘Disfrutá que es tu momento’. Todavía no caigo".

