Nasser Salih Abdullah Al Attiyah, es el nombre completo de la sensación del Dakar 2011. El moreno que carga con una sonrisa amplia en todo momento nació hace 40 años en Doha (Qatar) y se ha metido en el corazón de todos los espectadores del rally más difícil del mundo, el cuál lidera en la general, principalmente por su simpatía a la hora de fotografiarse con sus fans. El qatarí tiene una historia rica que incluye su título de príncipe y sus experiencias olímpicas.

El mote de príncipe no es sólo un sobrenombre, sino que en verdad Al Attiyah pertenece a la realeza ya que es pariente de la mujer que amamantó al actual Emir del pequeño estado del Golfo Pérsico.

Debutó en el rally en 1989 en Qatar, como copiloto de un compatriota. "En la segunda carrera hice de piloto. No me fue mal. Y decidí probar suerte solo...''. Un año después ganó el campeonato nacional. Participó en las cinco pruebas siguientes y las ganó todas desde 1992 a 1995.

"Paré en 1995 por que estaba ocupado con el tiro al plato (es una disciplina deportiva, la que inclusive se disputa en los Juegos Olímpicos)'', dice con esa media sonrisa, que rara vez abandona.

Wikipedia, la enciclopedia libre de internet, cuenta, sin embargo, que el presidente de la Federación de Automovilismo de su país pertenecía a una familia rival de los Al Attiyah y promocionó a otros pilotos. Así que no volvió a subirse a un auto de competición hasta 2003, año en el cual retornó y ganó el primer rally de Oriente Medio, que se celebró en Qatar, algo que luego repetiría en 2005, 2006, 2007 y 2009.

El qatarí no necesita el automovilismo para vivir, sino todo lo contrario. Al Attiyah invirtió mucho dinero por varios años para poder estar en los mejores autos de la categoría. El príncipe tiene un negocio familiar en el cual el es un activo empresario de la misma. "Yo no vivo de los rallies ni por ellos. Tenemos un negocio familiar en Qatar. Esto (el automovilismo), en realidad, lo hago en mis tiempos de ocio. Me encanta viajar y me gustan los desafíos''. El negocio familiar al que se refiere, es la empresa Barwa, un complejo financiero que en apenas cinco años engloba a unas 40 compañías de alcance mundial explotando principalmente los consorcios inmobiliarios asentados en Estados Unidos.

Durante aquel paréntesis obligado, el príncipe se dedicó al tiro al plato. Y, como si nada, cuenta ya con cuatro Juegos Olímpicos en su currículum. Ha participado en los Juegos de Atlanta, Sidney (terminó 6º), Atenas, donde acarició el bronce al forzar un desempate con un cubano y finalmente quedó cuarto, y Pekín. Además, ha ganado el oro en dos ocasiones en los Juegos Asiáticos; la última vez fue en diciembre del 2010, en China. Y fue segundo en el Mundial celebrado en Italia en el año 2001. Y, por si fuera poco, es miembro del Comité Olímpico de Qatar. Él asegura que: "El tiro sólo es mi hobby. El automovilismo es mi pasión''.

Desde hace tiempo Al Attiyah declaró que llegaba a este Dakar a ganar. "Este año mi objetivo es ganar el Dakar. La gente en Qatar quiere que gane. Y aquí estoy peleando otra vez con Carlos. ¡Cada mañana mi teléfono recibe unos 40 mensajes! Pero la gente no sabe realmente lo que significa correr el Dakar. Esto es muy largo''.