Paso un año más del fútbol que más nos identifica a los sanjuaninos. De ese fútbol que nació en los potreros y que hoy se convirtió en una de las atracciones más importantes de nuestra provincia, por el nivel que muestra y porque producto de esto los campeonatos son apasionantes. Por lo menos así fue este año, en el que hubo una lucha mano a mano por el título y una definición en el descenso que asustó a más de un equipo.
Se dio la lógica para 9 de Julio y Villa Obrera que iniciaron el torneo en los últimos puestos del descenso y, en el afán de sumar puntos, terminaron peleando el campeonato. Iban seis fechas cuando se adueñaron de la punta, la misma que compartieron durante varias fechas. La Villa con una delantera extraordinaria y el Nueve con una muralla defensiva. Pero por desgracia, o mejor dicho para la alegría de los amantes del fútbol el torneo llegó a un final conmovedor. Villa Obrera, con dos puntos menos, recibió en su casa a 9 de Julio. Y en la cancha ganaron los chimberos y su gente, pero los papeles rotularon al equipo más novel como campeón por la invasión de cancha de los locales a través de un fallo del Consejo Federal de la AFA. Además 9 de Julio pasó de estar último en la zona roja a estar en lo más alto de los promedios, seguido por Villa Obrera.
Con definiciones que se vieron este año, el deporte más popular de nuestro país, seguramente, seguirá siéndolo.