En un partido apasionante de principio a fin, Holanda pudo marcar en el minuto final y así evitó el descenso directo. Inglaterra se fue con el gusto amargo porque no había hecho las cosas tan mal como para descender en el último minuto.
Inglaterra comenzó mejor, y pudo marcar en dos ocasiones apenas comenzaba el encuentro. Parecía que iban a llover los goles, pero no fue así. Los equipos comenzaron a resguardarse y propusieron planteos ultra defensivos.
Los goles del comienzo fueron las únicas emociones del primer tiempo. En el segundo parcial, Holanda leyó bien el libreto. Comenzó ganando a través de Boogers, mientras que Waddingham puso el cuarto para Inglaterra. Y en los 10 finales, Janssens y Gemert pusieron cifras que parecían ser decisivas por el trámite parejo del encuentro. Pero cuando todo indicaba que iba a haber gol de oro, en el final y faltando 20 segundos, apareció el milagro para el Naranja, Gerven marcó un golazo que le dio un respiro a Holanda que ahora deberá ganar para mantenerse. Mientras que Inglaterra inmerecidamente, quizás, descendió.
Un párrafo aparte para los chicos de las escuelas que le hicieron notar a Inglaterra que la discordia por las Islas Malvinas sigue intacta.

