Martín Alaníz fue el autor del gol que le dio el triunfo a Alianza, el único equipo sanjuanino en el Argentino B que el fin de semana pudo ganar. Llegó para salvar al equipo en el momento que las papas quemaban. Es que el domingo, cuando el Lechuzo empataba frente a Gimnasia de Mendoza, “Pepe” Bravo lo mandó a la cancha. “Pepe me dijo que me moviera por arriba, y que Uranga quedara como referente de área. Me dio la confianza y me alegra mucho devolvérsela con un gol, y más si fue el del triunfo”, dijo el delantero. Empezó desde chiquito jugando en Alianza, su papá lo mandó a la institución de Santa Lucía donde hizo todas las inferiores hasta que a los 17 años decidió emigrar a López Peláez para jugar en la B Local. Al año siguiente llegó al Pueblo Viejo para vestir la camiseta verdinegra en el Torneo Local y también en las inferiores de AFA. Tuvo la chance de entrenarse con el plantel superior de San Martín en la B Nacional y este año en Primera, pero nunca le llegó la oportunidad de, aunque sea, integrar el banco de suplentes. Hasta la fecha que jugó en el torneo local con San Martín fue el goleador con 13 tantos. Pero claro, el buen presente del delantero hizo que Alianza pidiera su retorno a la institución que lo vio crecer.
