Dolor. Gerónimo Zapata fue el impulsor para que el "Wey" se metiera desde muy pequeño en el mundo del motocross. El papá del piloto que supo darle tantos títulos a la provincia dijo que de ahora en más las carreras ya no tendrán sentido para la familia Zapata.

Conmovido, como todos quienes ayer llegaron hasta la cochería capitalina. Todavía sin caer en la realidad de que su mimado ya no estará en las competencias, Gerónimo Zapata, papá de Alberto "Wey" Zapata, expresó su amor y su cariño para su hijo. Sin cargar culpas contra nadie, dijo que el piloto falleció haciendo su trabajo, el que tanto amaba y que tantas alegrías le dio a la provincia. La partida del reconocido piloto sanjuanino conmovió a todo el mundo del deporte local, nacional e internacional. El "Wey", que había dado una muestra enorme de su resiliencia volviendo a competir a los pocos meses de haber perdido su brazo izquierdo, falleció mientras competía el domingo en la mañana en Córdoba. Para su papá, el impulsor para que Alberto se metiera en el mundo del motocross, le queda la enorme tranquilidad de que su hijo murió haciendo el deporte que lo apasionaba. "Se murió en su trabajo. Es como un electricista que hace todos los días el mismo trabajo y un día algo falla y se muere electrocutado, esto es lo mismo. Todo el mundo tiene que amar lo que hace y Alberto murió en su trabajo, arriba de la moto y haciendo lo que él amaba", aseguró el expiloto de moto.

Mientras recibía las condolencias de familiares y amigos, incluso anoche asistió el gobernador Sergio Uñac y el secretario de Deportes Jorge Chica, Gerónimo no quiso entrar en polémica sobre si el accidente podría haberse evitado. "No se le echa la culpa nadie porque fue un accidente, hace una semana en Mendoza se cayeron dos pilotos y Alberto los esquivó porque era muy hábil, pero fue un accidente", aseguró. El progenitor de ese pibe ruludo que supo ganarse cientos de amigos por su carisma, contó que él nunca le prohibió a su hijo volver a competir: "Muchos decían que no podría andar en moto con un solo brazo pero él hace dos años que les enseñaba a su alumnos a manejar con un solo brazo porque decía que la moto se maneja con las piernas. Después de los entrenamientos le dedicaba 20 minutos andar con una sola mano por eso se le hizo más fácil", expresó.

El fuerte vínculo entre Gerónimo y Alberto era inexplicable. La conexión padre-hijo era más que especial, por eso dijo que ahora será muy difícil retornar a alguna carrera: "Alberto era todo alegría, no tenía maldad. No sé qué voy hacer ahora sin Albertito. Las carreras no tienen más sentido para mí", expresó.

Innumerables. Fueron las muestras de apoyo en la cochería San José donde están siendo velados los restos del Wey.
  • El último adiós, con todos los honores

Como todo campeón lo amerita, Alberto "Wey" Zapata tendrá su despedida con todos los honores. Sus restos están siendo velados en cochería San José (las salas se abrirán a las 7 de la mañana) y el sepelio no estaba confirmado, pues anoche estaban a la espera de que arribe su hermana Maira que llega desde Francia. De arribar antes del mediodía, dijeron que el sepelio se realizaría a las 17 en el cementerio de Rawson. Si el vuelo se atrasa, el sepelio se realizará mañana miércoles a primera hora. Mientras tanto los pilotos de motos se autoconvocaron para despedir al "Wey" rugiendo los motores: la concentración se hará una hora antes del sepelio en la calle 9 de Julio y Conector Sur. Ayer, se habían vallado los ingresos a la cochería, mientras que los monitores urbanos controlaban que se respetara el distanciamiento. Afuera, habían unas 25 coronas florales, y adentro una decena más custodiando la enorme foto del piloto que colocó la familia.

  • "Volvió con mucha más luz"

"Era la alegría". Las amigas del "Wey" dijeron que el piloto era quien alegraba siempre cada reunión.

Amigas desde la infancia del "Wey", Micaela Tudela y Sol Olivera dijeron que no saben cómo harán para superar la pérdida. Ambas coincidieron en que después del accidente ocurrido en noviembre, donde Alberto Zapata sufrió la amputación de su brazo, el joven piloto volvió con otra energía, con palabras que servían para la motivación de conocidos y extraños. "Siempre fue así de alegre, de sacarte una sonrisa siempre, te veía que tenías un mal día y te hacía un chiste o algo para levantarte el ánimo, pero después de su accidente volvió con mucha más luz. Era como que le habían dado una varita mágica, había vuelto fortalecido y con ganas de comerse el mundo y seguir haciendo lo que amaba. Él siempre decía que sería un infeliz si no andaba en moto, la moto era su pasión y su felicidad", comentó Sol.

Para Micaela, la pérdida del Wey será difícil de superar por la unión que tenían. "La noticia me rompió, nuestras familias son muy amigas. Soy hermana, amiga, prima. Después de su accidente te motivaba, te decía frases muy lindas que te levantaba el ánimo, no se qué tenía pero era así, un chico muy alegre", comentó. Para Sol, Alberto era un ejemplo de fortaleza: "Lo admiraba un montón por su fortaleza de vida, en su sonrisa a pesar de las adversidades y sus ganas de vivir, no se cómo vamos hacer, él era la alegría siempre", comentó.