La alegría de los pibes saltando en la cancha al final del partido. Todos abrazados. Cantando y festejando el pasaje a semifinales, acaso un paso más al gran objetivo de los chicos en su afán por llegar a la gran final. Esa era una postal, pero del otro lado, la tristeza de los rivales. Algunos escondiendo las lágrimas, otros con bronca pero con la satisfacción por haber dejado todo. Esas fueron imágenes repetidas en las seis canchas en donde se disputaron los encuentros correspondientes a Cuartos de Final de la 21ra edición del Mundialito de Trinidad, que pone en disputa los premios DIARIO DE CUYO y que transita su recta final.

La instancia decisiva que marca el rumbo de los que sueñan o el final y despedida de los 3.300 chicos que lo disputan, motiva a que los protagonistas disputen cada encuentro con uñas y dientes. Así se vive adentro de la cancha y afuera también. Porque los papas, las mamas y hasta los abuelos, son los espectadores de lujo que van a ver a sus regalones.

Ayer, en cancha ex Los Andes, los chicos del Atlético Trinidad y Sportivo Desamparados de la categoría 2002, adentro de la cancha se jugaban la vida, mientras afuera los padres de ambos equipos suplicaban por un gol de los suyos y hacían fuerza para que no les marcaran en contra. Todo era parejo, incluso hasta comenzar el segundo tiempo. En esa etapa, apenas al comienzo, apareció “El Rayo”, un chiquito llamado Francisco Aciar que con la camiseta de Desamparados, marcó el gol que sería después el que les dio a los de Puyuta el pasaje a semifinales. Ni más ni menos.

Hoy, seguramente las postales se repetirán. Todos quieren dar un pasito más buscando conquistar el sueño.