Vital, trascendental. Clave por dónde se lo analice, el Alianza-Peñarol no era un partido más en lo que se espera será una cerradísima definición de la Zona 7 del Federal B. Era el choque de los que perseguían y el que perdía, lo pagaría caro. En ese escenario fue Atlético Alianza el que supo aprovechar mejor su momento para terminar venciendo por 1-0 a Sportivo Peñarol que dejó pasar su chance cuando no debía y eso le costó quedarse sin nada. El héroe de la tarde en el Bicentenario terminó siendo Renzo Ahumada, quien tras su paso por Unión en el Federal A y la lesión que lo marginó mucho tiempo, gritó como nunca un gol clave para el futuro inmediato del Lechuzo que dio tal vez el gran paso, porque ahora quedó como el líder de la zona.

En el comienzo del juego y a lo largo de todo el primer tiempo fue Peñarol el que manejó más y mejor la pelota para empezar a complicar a Jairo Díaz. El trío Salinas-Campo-Artura tenía el control de la pelota y la asistencia para Cristian Pérez y Caballero era fluida. A los 10’ el Pipi Salinas tuvo la primera clara pero le ganó en el anticipo Díaz. Después, un remate de Artura obligó a la atajada del arquero de Alianza y en el cierre del primer tiempo primero Rodrigo Jofré lo tuvo pero no pudo y luego un cabezazo de Ariel Barth terminó en gol pero fue anulado por offside. Esos primeros 45’ fueron de Peñarol en todo menos en el arco porque no encontró la fórmula para derrotar a un inspirado Jairo Díaz. En el complemento, parecía que no cambiaría el trámite porque Peñarol empezó manejando la pelota otra vez pero hubo reacción en Alianza que con el ingreso de Renzo Ahumada encontró un enlace para el trabajo incansable de sus volantes de marca para asistir a Martín Alaniz que peleaba demasiado solo arriba. Con ese retoque táctico se emparejó todo y claro, Alianza supo aprovechar la que tenía a mano porque a los 29’ Ahumada salió por la derecha para Alaniz, el Tincho ganó hasta el fondo metió el centro al área chica y Renzo Ahumada la clavó para marcar una diferencia mínima pero clave para el futuro. Después, Peñarol fue impotencia pura buscando ese empate que nunca llegó.