Justo y necesario. Realmente fue justa y necesaria la victoria de Atlético Alianza sobre Trinidad por la Zona 7 del Argentino B. Es que esa ventaja mínima que edificó en el primer tiempo y cuajó con el gol de Martín Alaniz, quedó plenamente justificada por la actitud con la que jugó todo el partido. Alianza siempre lo buscó, y cuando lo tuvo, no lo dejó escapar. En cambio Trinidad se acordó demasiado tarde de ir a buscarlo como debía y cuando quiso hacerlo, no le alcanzó ni tiempo ni argumentos para conseguirlo. Pero en Santa Lucía lo único que realmente importó fue cortar con esa amarga racha sin victorias que había sembrado de dudas el presente y el futuro Lechuzo en el torneo. Necesitaba ganar y lo hizo con justicia, sin que le sobre absolutamente nada y agradeciendo las dos tapadas sensacionales de Carlos Ronco, en el final, para sostener el 1-0 definitivo.

Con viento a favor y de entrada, Alianza presionó a Trinidad sobre su última línea. Se adelantaron sus volantes, Renzo Ahumada empezó a generar juego y la dupla Uranga-Alaniz complicó con sus encuentros. A los 10’, Villegas cometió su primer error en el fondo y casi lo aprovecha Alaniz pero no pudo. Siguió insistiendo Alianza y a los 25’, en una pelota que parecía casi perdida, guapeó Uranga, la peinó para Alaniz y Villegas, en su intento de anticipar, erró su maniobra y dejó solito al ex San Martín para que venciera a Ignacio Díaz y abriera el marcador. Alianza fue más. Se sintió dueño de ese momento del partido y buscó definir todo. Atacó pero le faltó claridad para haber hecho la gran diferencia en ese primer tiempo.

En el complemento, Trinidad decidió arriesgar más con el ingreso de Carlos Tejada para darle más potencia al ataque pero se quedó sin argumentos como para sostener esa apuesta. Hernán Muñoz quedó demasiado solo como para manejar el equipo y el conjunto de Pagés fue al ataque con lo que tenía para tratar de empatar. A los 18’ estuvo muy cerca cuando Hernán Muñoz exigió a Ronco, quien la sacó por encima del travesaño. Alianza, en tanto, se relamía esperando esa contra decisiva que terminara con el partido. La tuvo un par de veces pero Ahumada primero y Uranga después, no acertaron en la conducción de esos contragolpes, desperdiciando esas chances.

Trinidad, ya con el tiempo en contra, fue más y más. Soltó a Villegas a posiciones ofensivas y buscó con lo que le quedaba a mano. Luciano Rodríguez tuvo el empate pero no pudo con Ronco que tapó una pelota sensacional debajo del arco. No se resignó el León y en el mismo final casi encuentra consuelo cuando Villegas cabeceó al gol y Ronco, en la pelota del partido, voló hacia atrás para ahogar el empate de Trinidad. Alianza ganó porque lo necesitaba y así lo buscó. Sin lujos, con justicia y con el peso de las convicciones, cortó su racha adversa y tomó aire para encarar un tramo decisivo de la temporada.