España, 16 de abril.- Hace un mes, el sanjuanino Pablo Álvarez se lesionó. Una molestia en el aductor mayor de la pierna derecha lo alejaba de las pistas por un mes y su presencia en el Barça-Liceo peligraba.
Pero su constancia día a día, así como el trabajo realizado por el doctor, Xavier Valle, el fisioterapeuta, Vicenç Rizo, el preparador físico, Erik Roqueta, y el recuperador, Marcel Moreno, recortaron los plazos de recuperación en días y, con sólo 3 entrenamientos completos, Álvarez se puso a punto, aunque su condición física no era del 100%.
Llegó el partido y el cuerpo técnico decidió que lo mejor para el equipo y para el jugador era salir en el cinco inicial, con el cuerpo caliente después de movimiento previo. Y todo fue mejor de lo esperado, mucho mejor que un sueño. Álvarez comenzó el partido de forma genial y marcó tres goles en la primera parte, que acabó con empate a 3. Su actuación, que dejaba sin palabras a los 2.500 espectadores que se reunieron en el Palau, no acababa ahí.
En el segundo tiempo, el cuarto y el quinto gol también llevaron su sello, siendo el tanto anotado de falta directa una auténtica maravilla. Engañó a su compatriota Valentín Grimalt (jugarán juntos en la Selección argentina en el Mundial de Francia), y con una exhibición de fundamentos hizo su primer repóquer de la temporada, el primero de un jugador esta temporada en la Liga. Esta temporada, en dos ocasiones, había hecho cuatro goles pero nunca cinco. El triunfo final por 7-4 lo redondeó el segundo máximo goleador del equipo, Marc Torra, que anotó en dos ocasiones.
Fuente: FC Barcelona
