Si la bomba de Riquelme, confirmando que iría a la elecciones con Ameal, todavía estaba haciendo ruido en el mundo Boca, lo que siguió es igual o más fuerte. Hablaron muchos dirigentes y uno de ellos, José Beraldi, dijo que los que les "solicitó es inaceptable". No contó de qué se trató el pedido de Juan Román y dejó una puerta abierta. Un día después, Daniel Angelici, actual presidente de Boca, también se refirió a ese tema. Es cierto que habló sin hablar, pero tiró su munición: "No voy a contestar lo que ustedes ya saben. Lo que a lo mejor ni yo ni ustedes se animan a decirlo, sobre todo pensando en el hincha de Boca. tal vez cuando termine la elección no tendría ningún problema. Vamos a dejar que el hincha de Boca siga teniendo un ídolo".

Luego de contar cómo serán las elecciones del domingo 8 de diciembre, desde las 8 a las 18 y en la Bombonera, el Tano aceptó preguntas, de las cuales casi todas tuvieron un denominador común: Riquelme. Siguiendo con los dichos de Beraldi, Angelici completó: "No me corresponde a mí interpretar a lo que dice uno de los candidatos. Aunque tanto yo como todos los que están acá saben de lo que se trata. Ustedes todos estos años, no pudimos hacer un mercado de pases sin que sepan a qué jugador vamos a buscar".

"Sorprendido, no. Tal vez no entienda algunas cosas... Es el ídolo del club, el gran ídolo es Riquelme. Quince días atrás hizo una conferencia pidiendo la unidad y yo entendí que tenía la responsabilidad de hacer ese gesto que pidió y lo hice de forma oficial. También estuve hablando telefónicamente con Beraldi para ver qué pensaba del pedido de Riquelme. El único que no atendió, como siempre, fue Ameal. Unidad no hubo. Se ve que los dirigentes no tenemos la capacidad para juntarnos. Como dijo, decidió mediante negociaciones que mandó a su representante y a su hermano a cerrar con una de las tres listas y eligió acompañar a una persona que él conoce. En los años que estuvo como presidente, cada cosa que Román quería, Ameal se lo daba. No voy a recordar que yo era el tesorero del club y todas las discusiones que tuvimos. Lo único que tendría para decirle es que cuando uno quiere ser dirigente tiene que sentarse él a discutir ideas, proyectos, equipo de trabajo. Cuando uno manda al abogado o representante es para negociar un contrato".

"Imaginé incrédulamente, quizás, que cuando no hubo unidad a lo mejor el ídolo se quedaba en su casa y cuando ganaba el nuevo presidente, cualquiera que fuera, vendría a ponerse a disposición de ayudar al club en la parte futbolística, que es lo que quería hacer".

Fuente: Olé