Mendoza, 25 de Agosto.- Merecieron ganar los Pumas. Nunca estuvieron tan cerca de dar el golpe ante una potencia del Hemisfero Sur. Tras 64 minutos perfectos, sin desconcentraciones, un pequeño error le devolvió vida a Sudáfrica. Terminó siendo un empate 16 a 16, en un repleto estadio Malvinas Argentinas de la capital mendocina.
Si bien es el primer empate ante Sudáfrica en la historia y el nivel del equipo argentino subió considerablemente en siete días -habían caído 27 a 6 en Ciudad del Cabo-, sobre el final a los Pumas les quedó el sabor amargo de que podrían haber hecho historia con un triunfo en la segunda fecha del Rugby Championship. Aun así, el 16-16 es muy destacable en varios rubros.
Hicieron un primer tiempo perfecto los Pumas. En defensa -tackle, presión, concentración, scrum- y en ataque -se animaron a jugar más abierto y pusieron el juego en campo rival-. Sumaron con el pie de Rodríguez Gurruchaga -dos penales- y consagraron 40 minutos brillantes con una conquista para guardar en el archivo.
Tras ocho fases de choque de los fowards, Figallo cedió para Santiago Fernández, que se coló por el eje de la formación y apoyó en soledad.
