Bolivia 23 de marzo.- Batallar contra los 3650 metros sobre el nivel del mar de La Paz fue siempre un obstáculo para la selección. La aclimatación en La Quiaca, llegar sobre la hora del partido, recetas utilizadas por la Argentina, aunque con disímiles resultados. Para el partido del martes, a las 17, en el estadio Hernando Siles, se recurrirá a una nueva fórmula con el firme propósito de combatir los efectos de la altura: la utilización de una cámara hiperbárica. Sí, la ciencia y la tecnología se unen para asistir en esta oportunidad al fútbol. La experiencia tendrá su punto de partida en el doble turno de entrenamientos que desarrollará hoy por la mañana el plantel, en el predio de Ezeiza, y terminará en Bolivia, ya que será parte del equipaje.

La cámara hiperbárica es un espacio móvil, en forma de burbuja, con paredes plásticas, de dos metros de alto y con un sistema de impulsión que permite la circulación de aire puro del 99,995 por ciento. La misma simula condiciones de altitud, generando mayor número de glóbulos rojos y regenerando los músculos. También favorece la regeneración de las vías respiratorias y la recuperación mental, ya que florece la oxigenación cerebral y hasta facilita que un deportista se relaje física y psíquicamente.

El mecanismo empezó a funcionar en 2004 y se inspiró en la película El chico de la burbuja de plástico, de 1976, con John Travolta y basada en la vida real de un joven con trastornos inmunitarios. En la final de la Copa Davis que la Argentina perdió con España, en Sevilla, en 2011, Rafael Nadal la utilizó para recuperarse de la fatiga y mejorar su rendimiento atlético, después de una extenuante temporada en el ATP. Algunos meses antes, The Wall Street Journal había descubierto que uno de los secretos de la imbatibilidad del serbio Novak Djokovic podía tratarse de un exclusivo tratamiento en una cámara hiperbárica.

La preparación, el acondicionamiento físico, es una de las aristas que deberá resolver el cuerpo técnico que lidera Sabella. El seleccionador ganó en tranquilidad con el triunfo de anoche. El escenario es muy favorable para la Argentina, camino al Mundial. El DT adelantó que modificará el esquema táctico: se despojará del 4-3-3 y, aunque no adelantó el módulo, habría que pensar en un 5-3-2, un dibujo que utilizó en varias oportunidades, en especial cuando la selección juega ante potencias mundiales o rivales que cuentan con ciertas ventajas, en este caso, Bolivia, la altura.

Con una cámara hiperbárica como novedad, la Argentina se preparará para contrarrestar los efectos de la altura.