Con una victoria tan ajustada y sin luces como merecida, con el apoyo explícito de un plantel de estrellas y incluido el lucero que significa Lionel Messi, Sergio Batista transitó por un camino allanado la primera prueba que tuvo como conductor del seleccionado argentino frente al tosco y limitado equipo de Irlanda. Si bien este no es el equipo armado por Batista, encontró en el grupo un respaldo en sus jugadores, entre ellos Messi. El Pulga, el jugador que tanto Diego Maradona en la previa y en el Mundial, ahora Batista y como haría cualquier entrenador al mando del seleccionado tiene como piedra basal insustituible del equipo, tiró algunas frases que significan un aval al Checho.
Habló de que el técnico nuevo tiene un "proyecto", dijo conocerlo bien desde que justos disfrutaron el oro olímpico en Beijing, y directamente pidió "dejarlo trabajar".

