Juntos. Lautaro, Messi y el Kun serían la fórmula para buscar la clasificación ante Qatar. Una medida de urgencia en el desconcierto de Scaloni.

Más vale tarde que nunca, pero cuesta creer que este Argentina con Messi y todo siga sufriendo como lo viene haciendo en la búsqueda de un DNI que le entregue identidad. Que uno vea la camiseta celeste y blanca y asuma al menos qué propone, a qué juega hoy es más un ferviente deseo futbolero que una insinuación concreta. Pero en este derrotero de improvisaciones, en el seleccionado ahora aparece el Plan C. Ese mismo que Scaloni tuvo en cancha en los primeros 15" del complemento contra Paraguay este miércoles pasado pero que, insólitamente, el mismo entrenador argentino desactivó cuando mejor jugaba Argentina y cuando ya había empatado. No hay razones que lo justifiquen y Scaloni acusó el impacto. Ya había metido los dedos en el enchufe cuando sacó a Di María y Agüero tras el debut. Ahí, lo midieron. El plantel le sacó la ficha y perdió la poca autoridad que tenía por la bendición de Chiqui Tapia. Fue un antes y un después en la Copa América y ese vacío se potenció contra los paraguayos. Es que había encontrado el equipo sólo por la urgencia de empatar y él mismo, lo desechó. Ahora, con la única opción de ganar o ganar, el DT vuelve sobre sus pasos y coquetea con poner a Messi con dos puntas. Sabiendo que estará Qatar, que miedo no mete más allá del respeto lógico, todo indica que Argentina tendrá la línea de cuatro repitiendo los nombres que comenzaron contra Paraguay: Casco, Pezzella, Otamendi y Tagliafico. Hasta ahí, una certeza.

Del medio para adelante, empiezan las contramarchas. Volvería Guido Rodríguez, borrado ante Paraguay pero titular ante Colombia, para armar un medio con tres volantes teniendo a dos que no salen nunca: Lo Celso y Paredes. Habrá que ver si Scaloni consigue ese equilibrio que temió perder ante los guaraníes, justificando la salida de Lautaro Martínez. Con Rodríguez, la idea de un volante central neto parece estar asegurada pero sin olvidar que Qatar estará enfrente, la velocidad del mediocampo argentino es lo que preocupa. Será al golpe por golpe en el medio, pero ojo: sin olvidar que Qatar estará enfrente. Más arriba, estará Messi. Ese que puede jugar de todo, donde sea y con quien sea. Liberado, suelto pero no aislado. Así, Messi es Messi. Si no, rodeado, obligado a hacer todo hasta cortar el pasto y pintar la cancha, no. Imposible. Y claro, con la necesidad de goles encima, Scaloni le vendió el alma al diablo para terminar optando por el Kun Agüero junto a Lautaro Martínez. Una dupla impensada pero puesta en cancha porque la necesidad tiene cara de hereje. Las combinaciones tácticas del 4-4-2, el 4-2-3-1 y miles de combinaciones numéricas más ya no cuentan. Argentina necesita identidad. Simple, sencillito.

Formaciones

11

Es la cantidad de partidos que Scaloni lleva como DT de Argentina y en cada uno de esos juegos nunca repitió la misma alineación: 11 formaciones diferentes.

Un mimo para todo el plantel

Lionel Scaloni, el entrenador que está haciendo su debut al frente de la Selección mayor, sabe que el ánimo del plantel es decisivo para afrontar el encuentro en Porto Alegre ante el conjunto asiático. Por eso, el DT le dijo "sí" a un pedido que le hicieron los futbolistas. Una vez que finalizó el entrenamiento de ayer, que fue en el Beira-Rio, el estadio del Inter y en el que Argentina jugará el domingo la fecha definitiva del Grupo B, los jugadores volvieron al hotel y pudieron contar con la visita de sus familiares. Es más, Scaloni aceptó que las familias que están en Brasil se queden a cenar en el búnker argentino en territorio gaucho, el Novotel Tres Figueiras. Desde que la delegación argentina pisó Brasil, el pasado domingo 9, esta fue la primera ocasión en la que los integrantes del plantel compartieron con sus seres queridos una comida. Previamente, sólo habían disfrutado del tiempo libre que Scaloni les había habilitado en Salvador de Bahía, la primera ciudad donde jugó el seleccionado, y en Belo Horizonte, sede del empate ante Paraguay. Luego de las críticas recibidas por la lectura de juego, el entrenador argentino afronta lo que podría ser un partido decisivo.