Único festejo. Leonel Messi abre los brazos en señal de festejo mientras el arquero Bravo sufre la situación. El penal bien ejecutado por el capitán argentino marcó la diferencia en el tablero. Argentina no jugó bien pero sumó tres puntos vitales para su objetivo. 

Salió un partido feo para los ojos. Sin buen juego, especialmente argentino. Pero como muchas veces, como en esta ocasión, lo que más importa es el resultado. Y en ese ítem, Argentina logró lo que buscaba: ganar los tres puntos. Por eso, el 1-0 que se dio por un penal bien ejecutado por Messi en el primer tiempo le sirvió al equipo de Bauza para trepar en las posiciones, a punto tal de quedar tercero en las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial Rusia 2018. Chile, en cambio, quedó como la contracara pese a que mereció algo más. Está sexto y afuera de todo.


El primer tiempo fue parejo, con dominio alternado, imprecisiones de ambos bandos y escasas llegadas. En realidad un juego gris. Con intensidad y marca. Con respeto y orden defensivo. Pero carente de ideas. Sin profundidad. Por eso terminó con un marcador cerrado. Desnivelado sólo porque el árbitro brasileño Ricci entendió que el topetazo entre Fuenzalida y Di María, dentro del área chilena, fue más bien un toque del chileno a las piernas del “Fideo” y, por ende, penal. Eso ocurrió a los 16 minutos. Antes, Higuaín había tirado desviado y Di María había perdido una gran oportunidad al fallar en su resolución ante la salida rápida del arquero Bravo. Poco, muy poco, por tratarse de un local obligado a ganar como Argentina y contar con todo su potencial “intergaláctico”. Y excesivo respeto de un visitante como Chile que sólo tuvo una, a los 7’, cuando luego de un centro que metió combado Alexis Sánchez, Vargas la peinó en el camino y por ese motivo dejó en offside a Fuenzalida, quien convirtió.


Y después de aquel gol de Messi, hubo otras dos netas para Argentina. La primera llegó ahí nomás tras un pase del “10” al Kun Agüero, cuyo tiro dio en la parte exterior de la red. Y la otra cuando caía el primer tiempo, cuando Ottamendi elevó un tiro fuerte pegándole muy mal en el área chica.

Edgardo Bauza ganó por primera vez, como técnico, un partido jugado en el Monumental.

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En el complemento fue casi más de lo mismo, con el agregado que promediando ese complemento Chile se empezó a hacer dueño de la pelota solamente por su presión y recuperación. El juego argentino asociado nunca apareció. Los delanteros Agüero e Higuaín estuvieron demasiado aislados y nunca preocuparon.


Esta vez el equipo trasandino contó con más y mejores chances. La Argentina sólo tuvo dos que estuvieron cercanas. En una, Mercado no pudo hacer el pase final a Higuaín. Y en la otra, tras un centro de Rojo, Messi la agarró atrás y elevó su tiro.


Chile, en cambio, tuvo el empate a flor de piel. A los 17’ Alexis estrelló en el travesaño un tiro libre. Y tras cartón Romero contuvo en el piso en base a su reacción. Y a los 34’, en la más clara, el ingresado Castillo, tras un centro, tiró fuera desde posición inmejorable. Los últimos minutos fueron de suplicio argentino, que sólo atinó a defenderse. Y Chile fue incapaz de convertir. 
 

Mas, sólo un tiempo

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El sanjuanino Emmanuel Mas (en la foto con Messi) no tuvo una gran noche. A punto tal que sólo jugó un tiempo, el primero, porque el técnico Bauza lo reemplazó para el complemento por un golpe que sufrió promediando la primera etapa de su propio compañero, el arquero Sergio Romero.


El “Ema” casi que ni se proyectó por su andarivel simplemente porque la Argentina volcó sus ataques por el otro costado, dándole mayor salida con Mercado. Y en su función de defender, el sanjuanino alternó buenas y malas. En algunas oportunidades cerró bien pero en otras terminó siendo superado por Fuenzalida y Vargas.


Inclusive en el gol anulado al equipo chileno, pese a que Fuenzalida estaba adelantado tras la peinada de Vargas, entre Emmanuel y Romero se hicieron un nudo y la pelota salió para Fuenzalida, quien la empujó al fondo, conquista finalmente anulada.


En el minuto 19, Romero salió a cortar un centro y le pegó fuerte al sanjuanino en la cabeza. El tremendo golpe dejó muy sentido al lateral por lo que Bauza determinó reemplazarlo para el complemento.
 

Las claves

El gol y la diferencia
El único gol del partido llegó a los 16 minutos a través de un penal perfectamente ejecutado por Messi. Argentina nunca tuvo volumen de juego pero logró anotar y ahí estuvo la diferencia con los chilenos.

 

Siguió sin ideas
En el complemento, la Argentina no mejoró en su juego. Sus líneas no estuvieron conectadas y no llevó más peligro al arco rival. Ni siquiera los cambios que ensayó Bauza sirvieron para mejorar la situación.

Los nervios del final
Ese juego gris argentino llevó a que Chile se la jugara por el empate. Y estuvo cerca. Por un tiro de Alexis Sánchez en el travesaño y porque Castillo elevó de posición inmejorable. Argentina terminó sufriendo.