La experiencia vivida anoche, en Pergamino, no fue la esperada por el púgil sanjuanino Oscar Fabián Orosco. Viajó con la expectativa de tomarse revancha de la derrota que había sufrido hace un año y medio con el cordobés Julián Aristule y después de poco más de 24 minutos de pelea chocó con la realidad que su estilo de técnica depurada, al que le faltó eficacia ofensiva, no pudo con la potencia de quien es su bestia negra. Perdió por nocaut en el noveno asalto (cuando se cumplían 27 segundos de la penúltima vuelta) luego de recibir una andanada de golpes que lo dejaron indefenso y frustrado.
El match lo tuvo al sanjuanino como dominador en la primera mitad, donde se esmeró en mantener su guardia cerrada y sacó, leves, pero diferencias al fin, anticipando con su jab y colocando (aun sin puntería) más golpes que su adversario.
Todo iba bien, o por lo menos controlado, hasta el final del sexto asalto, cuando Orosco (que en toda la noche tiró muy pocos golpes abajo) se abalanzó con un par de manos largas contra su rival, que apoyado en las sogas le cruzó un golpe ascendente que mandó al sanjuanino a la lona.
Esa mano, más justa que potente, volcó la historia de la pelea. A Orosco, que iba con la idea de apretar el acelerador en la segunda mitad de la pelea, se le quemaron los papeles y en la misma medida, el local (Aristule vive en Pergamino) se agrandaba empujado por su público.
Noni pasó el sofocón en el séptimo y en el octavo buscó reencauzar la pelea, pero al iniciarse el penúltimo, con un par de golpes precisos, Aristule liquidó a Orosco quitándole los títulos argentino y latino OMB supergallo.

