El arquero argentino Franco Armani, flamante refuerzo de River Plate, vivió ayer una jornada excepcional por la despedida que le tributó la parcialidad de Atlético Nacional de Medellín, antes de viajar a la Argentina para unirse a la entidad de Núñez y cumplir “un sueño”. El propio guardavallas, de 31 años, fue la figura central en el estadio Atanasio Girardot, colmado por casi 40.000 espectadores. “Me comprometo, por decisión mía y la de mi mujer, a volver a Medellín y terminar mi trayectoria deportiva en este club que me ha dado todo y me ha hecho crecer como futbolista y persona”, expresó el santafesino. River viajará hoy a Miami para continuar con su pretemporada.