La selección de Chile comenzó ayer la era de su nuevo técnico Juan Antonio Pizzi con una práctica en la que estuvieron doce jugadores, a sólo tres días del difícil debut que afrontará el entrenador el jueves frente a Argentina, en las Eliminatorias del Mundial de Rusia 2018.

Para afrontar este partido, que se jugará en Santiago y el siguiente, el próximo día 29 contra Venezuela como visitante, Pizzi convocó una plantilla de 25 jugadores, siete de ellos de equipos

locales, que fueron la mayoría en la primera práctica de esta nueva era de la Roja. Junto a los siete locales estuvieron los convocados del exterior Mauricio Isla, Eugenio Mena, Bryan Rabello, Fernando Meneses y Miiko Albornoz, por la mañana realizaron un trabajo físico regenerativo, para reponerse de los partidos que disputaron con sus clubes el fin de semana y de largos viajes hacia Chile.

Rabello y Meneses, que juegan en México y Albornoz, que está en la liga alemana, llegaron a Santiago ayer y desde el aeropuerto se dirigieron de inmediato al complejo “Juan Pinto Durán”, el cuartel general de la selección chilena, a ponerse a las órdenes de Juan Antonio Pizzi.

En la sesión vespertina el técnico tuvo a la mayoría de los convocados ya que habían llegado el capitán de la Roja, Claudio Bravo, Arturo Vidal, Gary Medel, Paulo Díaz, Enzo Rozo y Alexis Sánchez, a los que sumaron más tarde Matías Fernández y Mauricio Pinilla. Hoy llegará el delantero Angelo Henríquez, del Dínamo Zagreb croata.