El triatleta Gonzalo Tellechea ganó ayer la segunda fecha de la Copa SRAM, competencia de mountain bike que se desarrolló en los cerros aledaños al Jardín de los Poetas, en el Parque Rivadavia. La victoria del deportista que al finalizar confirmó que hoy largará el Duatlón de Pocito, fue inobjetable. Sopló más fuerte que El Zonda y en un trazado técnico y difícil le sacó una eternidad a Ariel Valdez, su escolta, y al resto de sus rivales.
En la competencia hubo problemas de señalización y generó las protestas de muchos bikers, porque algunos recorrieron en dos ocasiones una parte del trazado. El problema surgió porque un acomedido ajeno a la organización paró un buggy en el medio de una bifurcación y les indicó erróneamente a los primeros en llegar que en vez de girar a la derecha y seguir subiendo debían girar a la izquierda. La mayoría hizo lo que le indicaron y se metió de nuevo en el trazado ubicado detrás del hospital neurosiquiátrico.
"Todos los punteros recorrieron el mismo circuito", comentó apesadumbrado Mauro Ayesa, organizador de la carrera. Tratando de encontrar una explicación que calmara los ánimos de los Master C, que fueron los más perjudicados porque los que mejor andan habían sacado alguna diferencia al resto y cuando los encargados de señalizar se dieron cuenta, corrigieron el error y un grupo de corredores se vio beneficiado porque no realizó dos veces el trazado en cuestión.
¿Improvisación? ¿Inexperiencia? La segunda causa encaja más con la respuesta. Probablemente faltaron más controles, lo cierto es que más allá de la justa protesta de quienes se consideraron perjudicados, la cosa no pasó a mayores porque todos conocen a Ayesa y saben que el error fue involuntario.
Dentro de ese contexto, el triunfo de Tellechea no admite discusiones. Ganó con gran determinación. Gonzalo, acostumbrado a entrenar por el Parkinson, fue un avión. Conocía el circuito como la palma de su mano y lo demostró con una contundencia arrolladora, obligando al resto a correr por el segundo puesto.

