Casi sobre el final del partido, Arsenal sumó anoche una valiosa e inmerecida victoria 1-0 sobre Banfield, en aburrido encuentro. El equipo de Sarandí, escolta del campeonato a cinco puntos del líder Estudiantes de La Plata, se llevó el triunfo, con una conquista alcanzada por el atacante cordobés Mauro Obolo, a los 45 minutos de la segunda parte.
Con este resultado, los dirigidos por Gustavo Alfaro alimentan sus ilusiones de seguir en la pelea (20 puntos), a pesar de que el rendimiento exhibido no dio para el aplauso continuo.
Es que el encuentro entre ambos fue eminentemente táctico y con pocas aristas de brillo. Los dos técnicos, sabedores de este tipo de enfrentamientos, diseñaron planteos que semejaron más a una partida de ajedrez que a un cotejo de fútbol.
Dentro de ese panorama parejo y discreto, Arsenal se quedó con el premio mayor sólo por el argumento de ir a buscar la victoria hasta el minuto final del partido.
Ocurrió a los 44′ del complemento, cuando el ingresado Matías Alustiza envió un centro desde el costado izquierdo y la cabeza de Obolo metió un frentazo de pique al suelo, que incomodó a Enrique Bologna y se convirtió en el único festejo.
Antes, los dos equipos compartieron virtudes (muy pocas) y errores (algunos), pero básicamente se aferraron a la idea de no arriesgar más de la cuenta con el propósito de llevarse, aunque sea, algún "poroto" para la feria llamada Apertura. Acertó Arsenal y no le pierde pisada a Estudiantes.
