Con un remate no apto para cardíacos ASIATIC TILL, ganó ayer la 69 edición del clásico Domingo Faustino Sarmiento, el zaino de 6 años, que pertenece al Stud La Nona, de Tudcum, se impuso en la competencia de 2.200 metros con un tiempo de 2m26s35/100. El caballo que es entrenado por Oscar Rébora, batió por una cabeza, a CONSTANZO, el candidato que corrió como tal montado de manera magistral por Joaquín Luna, a quien no le tembló el pulso para pelearle de igual a igual al cordobés Juan Carlos Noriega, el jockey argentino más ganador de la actualidad, quien vino a San Juan invitado por el empresario Horacio Muñoz para correr al nuevo campeón del "Sarmiento".

El final fue apretado, el suspenso se mantuvo por unos minutos hasta que las autoridades del comisariato corroboraron la escasa ventaja por la que se definió una carrera excepcional

En la partida dos caballos salieron a comerse los chicos crudos. CITY THE GLORY hizo punta. Lo salió a buscar el puntano MISTER KEY, que entró al primer codo de cabeza. Tercero venía CONSTANZO, y unos metros más atrás Noriega controlaba al candidato.

El pibe Luna puso a su pingo segundo cuando transcurrían 600 metros, y sobre los 1000 emparejó la línea del alazán puntano. Mientras esto ocurría arriba, detrás venían "balconeando" todo ASIATIC TILL y ATLAS AGAIN, este último ganador de la edición de 2018, venía emparejado con el tordillo TOTHEMOONANDBACK que intentaba acortar la veintena de metros que lo separaban de la punta.

Al entrar al último codo ya Luna había puesto de cabeza a CONSTANZO. El caballo que era fija (pagaba $2,30 por boleto jugado a sus patas) se acomodó en el sector de la pista donde se siente más cómodo, pegado a los palos. Por donde ganó las últimas tres carreras, entre ellas el Patrono Santiago.

Al salir del último codo comenzó a definirse la carrera, porque Noriega salió decidido a buscarlo con ASIATIC TILL. Atrás apretaron el jockey puntano Isidro Ojeda con NEW SCHOOL, y Nicolás Rivero buscó meter a DARGREEN. Lo de ellos fue interesante, para acomodarse en el pelotón que pelearía el tercer puesto porque los de adelante "viajaban" con mayor velocidad.

El hipódromo explotó cuando salieron de ese último codo en disputa mano a mano. Mucha gente había apostado por CONSTANZO, pero también bastantes habían puesto sus expectativas en ASIATIC TILL, que fue el tercer "boleteado" pagando $7,10.

La definición fue una disputa de capacidades de los caballos, pero sobre todo una lucha de habilidades de los jockey"s. La juventud de los 17 años de Joaquín Luna lo llevó a hacer con su caballo lo que mejor les salió en las pruebas anteriores. La experiencia de los 48 años de Noriega, fue clave para conducir a su caballo con la frialdad suficiente para atacar en el momento justo.

Faltando media cuadra mandaba CONSTANZO por medio cuerpo. Cuando faltaban 20 metros para el disco venían empatados. Llegaron cabeza a cabeza, pero con la paciencia de aquel que sabe por diablo, pero más sabe por viejo, Noriega se lo sacó del buche.

Ídolo. Juan Carlos Noriega fue aclamado por el público que le reconoció su capacidad para llevar al triunfo a Asiatic Till. Al grito de ‘Chupino, Chupino’ la gente premió su tarea.

El idilio de Noriega y la gente

El público que ayer asistió al hipódromo de Rivadavia se agolpó contra la alambrada que lo separaba del sector de la premiación y al grito de "Chupino, Chupino", le hizo llegar su cariño a ese hombre que desde hace más de tres décadas se gana la vida montando caballos de carrera. Juan Carlos Noriega, les respondió con una sonrisa y se prestó a todas las solicitudes de selfies. Es que ayer fue notorio que puso su oficio para sacar lo mejor de un caballo que había llegado con muchas expectativas el año pasado y que no daba pie con bola. "Rébora (Oscar el cuidador) me dijo que había repuntado, y que lo trajera cerca del candidato porque la carrera la harían otros caballos y que lo exigiera en la parte final porque había respondido muy bien en los entrenamientos", confió después de cumplir con la báscula y demostrar que con todos los elementos, monta y demás, pesaba los 61 kilogramos estipulados.

Sobre la competencia en sí, luego de saludar con un abrazo a Joaquín Luna (y decir "lo hiciste muy bien, vas a ganar muchos clásicos de estos") el cordobés contó que no fue sencilla. "Se puso dura porque CONSTANZO es muy buen caballo. No podía darme el lujo de dejarlo que se me escape 20 metros porque no lo alcanzaba más. Así que lo exigí y es un caballo muy guapo, por suerte pude conseguir la victoria, y estoy muy contento".

Después debió cumplir con los protocolos de la entrega de premios, y lo hizo con una sonrisa tatuada en su cara. Se lo notó feliz, y cuando se le consultó como vivía su relación con la gente, expresó que lo disfrutaba mucho. "En Buenos Aires, porque nos ven todos los días la relación es más fría. A mi me encanta correr en el interior donde la gente es más cálida y nos hace sentir su cariños. A San Juan vine dos veces y tuve la suerte de ganar, es muy lindo vivir estos momentos".