Los nervios siempre juegan. Sea la actividad que sea y a Sportivo Desamparados le jugaron una mala pasada a cuatro días del debut en la temporada del Argentino A. Lo pagó con una derrota por 2-1 frente al aceitado rendimiento del líder del Oficial local, Atlético Trinidad. Es que el equipo del Gallego Vázquez no mostró el mismo volumen de juego que en el ensayo de la semana pasada contra Del Bono y para colmo, se regaló con errores que en partidos por los puntos, duelen demasiado.
Apostando a lo que ya había mostrado en los amistosos previos, la táctica de Sportivo fue pararse con un esquema de 4 en el fondo, 3 volantes, enganche y 2 puntas. Respecto de la alineación anterior -contra Del Bono- el único cambio fue el ingreso de Pablo Pelayes por Emanuel Montaña en el arco. Trinidad, sin misterios, arrancó con los once que venían de ganarle a San Martín por el Oficial y todo ese rodaje de partidos se hizo sentir de entrada porque los chicos de Pagés se adueñaron de la pelota y la manejaron mejor.
En Sportivo, la aparición de Garrido no se produjo nunca en su real dimensión y con eso, la posibilidad de generar juego se complicó muchísimo. Trinidad llegó poco y en la primera que tuvo marcó cuando Pelayes dudó en una salida con el pie y lo apuró Martiní para abrir el marcador. La respuesta de Sportivo fue con Juan Sosa que igualó y lo mejorcito de la tarde estuvo en dos apariciones a pura potencia de Parisi que primero obligó al vuelo de Lavorante en un cabezazo y luego estrelló una pelota en el palo.
En ese trámite, Trinidad volvería a ser contundente porque una duda en el fondo de Sportivo lo dejó cara a cara con Pelayes y no perdonó para poner el 2-1-
En el complemento, Trinidad mostró todas sus caras nuevas y lo mejor estuvo en que no se resintió su rendimiento. Sportivo, por su lado, intentó primero con el mismo formato pero luego vázquez se la jugó con quedarse sin enganche y jugar con dos volantes por afuera y dos por el medio. La receta no tuvo el efecto deseado porque Sportivo volvió a mostrar poco volumen de juego y sin peligro. Desamparados se atacó de ansiedad a 96 horas de su debut y eso, le terminó pasando factura.

