Todavía no se le corta la respiración, el corazón todavía late, porque empató 1-1 ante el campeón Trinidad. Para salvarse de la promoción, Atenas deberá ganarle a Sportivo y esperar que Marquesado iguale con Zondina para ir a un partido desempate o bien pierda para librarse de todo. Si el Far West gana, Atenas quedará otra vez en la posición de defender la categoría con una equipo de la B (el año pasado la jugó ante Aberastain).

Ayer Atenas pudo haber ganado a 2′ del final, pero Kévin Brombale, escapó un penal, que podría costarle la promoción.

El Mirasol lo pasó por arriba a Trinidad, sin fútbol por la presión de ganar, pero con alma, corazón y algo más. A los 20′ Kévin Brombale con un tiro de volea abrió las esperanzas. Trinidad estaba desconocido, sin ese ese fútbol que venía mostrando. Tuvo chances, pero no pudo concretarlas.

Atenas, desordenado, fue para delante, a lo que salga. Jugado por jugado. Pero siempre con el corazón como bandera. A Trinidad no se le cayó una idea.

Pero llegaría el momento de las expulsiones. Gómez de Atenas y Giñazú de Trinidad se agredieron y se vieron la roja, más tarde Flores pegó sin sentido y también se fue. La entrada de Gigena y Martiní no aportó lo esperado, pero este último logró empatar con un penal. Atenas fue para delante sin importar las consecuencias. Llegó más de una docena de veces y se comió varios goles. Parecía que todo se iba, pero sobre la hora Kévin Brombale marró un penal. Con nervios encima lo tiró afuera. Sobre la hora Peralta (Trinidad) pegó de atrás y se fue expulsado, Fabio Brombale lo empujó y también se marchó. Atenas sigue vivo.