‘Un atleta no puede correr con dinero en sus bolsillos. Debe correr con esperanza en su corazón y sueños en su cabeza’, dijo el atleta checo Emil Zatopek, luego de ganar tres medallas de oro en los JJOO de Helsinki 1956 (5.000, 10.000 metros y maratón).

Quienes están llenos de esperanza y a diario van dando forma a sus sueños deportivos, son los 35 jóvenes de entre 12 y 20 años que entrenan en el campo de deportes de la Unión Deportiva Caucetera. Dirigidos por Luis Leiva, un profesional de la Educación Física, que supo trabajar con Marta Orellana (multicampeona nacional en 800 y 1.500 metros y representante olímpica en los 800 metros llanos de Atlanta ’96) y Pablo Macías (campeón argentino juvenil que tuvo su momento de gloria a mediados de la última década del siglo pasado).

Les falta de todo, porque entrenan en el predio donde hay una cancha de fútbol que, oficialmente, la UDC no utiliza para ese deporte y está convirtiendo en campo de juego para hockey sobre césped. Porque los elementos que utilizan son algunos de propiedad del entrenador y otros préstamos de algunos colegios. Porque conseguir los medios para viajar a participar en torneos nacionales, es un calvario que asumen con una activa paciencia que abonan para que no se endurezca en resignación.

Pero les sobra entusiasmo y pasión, para asistir con alegría a los entrenamientos de todas las tardes. Son pobres en recursos pero ricos en convicción. Esa fortaleza interior les permitió ganar el año pasado la Copa Nacional de Clubes en categoría Cadetes, hoy llamada U-16.

La ‘escuelita’ nació casi por casualidad: Leiva vio que su hijo menor, Gabriel (16 años) tenía condiciones y hace tres años comenzó a entrenarlo. Después, comenzaron a sumarse jóvenes con ganas de aprender los secretos de cada una de las pruebas. ‘De los 35 atletas que tenemos, 21 son chicas que practicaban y algunas practican hockey sobre césped’, explicó Luis, que les da las indicaciones sentado en una silla playera, porque aún arrastra problemas de movilidad de un accidente automovilístico sufrido en 2007 cuando se trasladaba con su hijo mayor, Nicolás, que fue campeón argentino de 100 metros en 2005. El ‘profe’ Leiva sufrió fracturas en fémur y cadera y su hijo en los dos fémur, por lo que el atletismo pasó a ser, para él, un lindo recuerdo. La esposa de Leiva, Claudia Pennesi, corría 100 metros y tiene el récord mendocino (12+10/100) y su hija Melina (25) ganó los Juegos Evita 2007 y los Binacionales 2008, en Salto triple.

Hace diez días los deportistas cauceteros participaron de la Copa Nacional de Clubes para atletas U-20 y U-18 en Mendoza y nueve de ellos lograron clasificar entre los cinco primeros puestos.

Una franja de tierra, entre el alambrado olímpico y la futura cancha de hockey, es utilizada como pista para practicar los 100 metros llanos y los 110 con vallas. Un pequeño cajón de arena resiste los aterrizajes de los saltadores en largo. Nueve vallas, una bala y un disco, son las herramientas de estos jóvenes que hacen famoso a su Caucete natal en cualquier pista de la Argentina.