España, 13 de septiembre.- Atlético de Madrid, bajo la conducción del director técnico argentino Diego Simeone, superó por 2-1 a Real Madrid, de visitante, en el clásico madrileño que se jugó en el estadio Santiago Bernabeu.

Como ocurrió en agosto pasado en la final de la Supercopa española, donde se adjudicó el trofeo en disputa tras un triunfo (1-0) y una igualdad (1-1), Atlético de Madrid -actual campeón de España- dio otra muestra de efectividad para festejar en territorio ajeno.

El mediocampista portugués Tiago y el volante turco Arda Turán convirtieron para el conjunto visitante que, ante la suspensión que pesa sobre Simeone, fue dirigido por su ayudante, el marplatense Germán ‘Mono’ Burgos.

El goleador portugués Cristiano Ronaldo había marcado la igualdad transitoria para un Real Madrid que apenas suma tres puntos sobre nueve posibles y asoma lejos de la línea del líder, Barcelona de Lionel Messi (9 unidades).

Además, el equipo Simeone amplió una racha favorable que ostenta en períodos cercanos sobre su rival de ciudad: ganó seis de los últimos ocho encuentros de Liga que disputó.

Atlético, que reúne siete puntos en la clasificación, fue el mismo adversario incómodo que suele ser para sus oponentes. Se armó, de atrás para adelante, con salida rápida por las bandas y con una intensa presión de los delanteros que impedían que los defensores ‘merengues’ salieran con soltura.

Sobre los 10 minutos, un tiro de esquina ejecutado por Koke encontró en el primer palo la cabeza de Tiago y el Colchonero festejó.

Los conducidos por el italiano Carlo Ancelotti buscaron replicar. Pero faltó precisión en los pases, un fino balance en el funcionamiento colectivo y, sobre todo, potencia en los últimos metros. Así solamente los arrestos individuales podían permitir la paridad. A los 25, Ronaldo ingresó al área y fue tocado por Siqueira, que llegó tarde. El árbitro Mateu Lahoz sancionó el penal y el crack portugués lo cambió por gol, con un disparo esquinado.

De allí hasta el final del primer tiempo, Real Madrid buscó progresar, pero no tuvo la claridad suficiente. Atlético, replegado, se preparó para salir rápido de contra y se insinuó más punzante, sin llegar a inquietar a Casillas.

En el segundo tiempo, el desarrollo cayó en un pozo. Las brusquedades (hubo un total de once amonestados) ganaron terreno y a los dos les costó aproximarse. Pero dentro de ese contexto de confusión siempre el Atlético resultó el más peligroso.

Entonces, sobre los 30, el elenco visitante consiguió el desnivel, cuando Juanfrán escapó por derecha, mandó centro; Raúl García se abrió de piernas y dejó pasar la pelota que le fue al turco Turán, quien le pegó junto a un palo y colocó el 2-1.

La multitud en el Bernabeu enmudeció casi por completo y vivió con inquietud esos últimos minutos en donde solamente un tiro alto del alemán Kroos pudo haber modificado el panorama.