Despedida. El Mundial de Rusia quedará como el mejor de los organizados desde todo punto de vista y su gente orgullosa lo disfrutó. Apertura y cierre fueron un canto a la sencillez.

El Mundial de Rusia dejó más dolores de cabeza que alegrías para la Argentina, pero el futbolero promedio no puede dejar de reconocer que fue histórico. Además, se destacó en algo "pequeño": las ceremonias de apertura y clausura fueron austeras y cortas, especiales para los que les gusta el fútbol y descartan el show. El exfutbolista brasileño Ronaldinho, el cantante y actor estadounidense Will Smith junto con Nicky Jam y la albano-kosova Era Istrefi, iluminaron la ceremonia final antes del choque entre Francia y Croacia en el estadio Luzhniki de Moscú. Con una duración de un cuarto de hora, en la ceremonia participaron cerca de 800 personas. Tuvo mucho ritmo y la música fue el hilo conductor del acto.

El espectáculo comenzó con una bonita combinación al ritmo de la canción "Moscú nunca duerme", se recordaron momentos destacados del torneo, a las once ciudades que albergaron los partidos de esta Copa y a las 32 selecciones participantes.

El cantante de "reggaetón" Nicky Jam primero interpretó "X" y a continuación, junto a Will Smith e Istrefi, la canción oficial del Mundial, "Live It Up", producida por el afamado DJ Diplo. Ya fuera de la ceremonia de clausura, la entrada de la Copa del Mundo estuvo en manos de la modelo Natalia Vodianova y de Philipp Lahm, capitán de la selección alemana campeona del mundo en Brasil 2014. En la inauguración el encargado de mostrar el trofeo había sido Iker Casillas, capitán de la selección española en Sudáfrica 2010.

En tanto, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, encabezó la presencia de autoridades en el estadio junto a los mandatarios de las dos selecciones finalista: Kolinda Grabar-Kitarovic por Croacia y el francés Emanuel Macron.

Todos compartieron el palco junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que encabezó la relación de responsables de distintas federaciones internacionales y de otros mandatarios del mundo del fútbol. Un final como se esperaba.

Festejos con incidentes

Las fuerzas del orden tuvieron que intervenir anoche en varias ciudades de Francia en el marco de las celebraciones por la victoria de su selección en el Mundial de fútbol de Rusia, tras los destrozos de diversos grupos de alborotadores. En París, uno de los comercios de los Campos Elíseos, Publicis, sufrió enormes destrozos después de que una treintena de individuos encapuchados entrara con botellas de alcohol y rompiera buena parte de las instalaciones, según atestiguan numerosas fotografías en redes sociales. En Annecy un hombre de 50 años perdió la vida tras saltar a un canal, informó el diario regional Le Dauphiné Libéré, que aseguró que la víctima murió tras resultar gravemente herido en la nuca.