Australia avanzó ayer de forma agónica a las semifinales del Mundial al vencer 35-34 a Escocia y será rival de los Pumas el próximo domingo, a las 12, en Twickenham, en busca de un lugar en la gran definición del sábado 31 de octubre.
Un penal a falta de un minuto lanzado por Bernard Foley dio la infartante victoria a los Wallabies en Twickenham.
Escocia estuvo ayer a un paso de dar una de las grandes sorpresas del torneo ante Australia, pero un dudoso penal cobrado en la agonía del encuentro tras un line salvó a los Wallabies y rompió el sueño del conjunto británico.
La hazaña escocesa parecía posible poco antes, cuando Mark Bennett apoyó un try tras un error australiano en la salida y Greig Laidlaw convirtió para colocar a su equipo 34-32 al frente a falta de cinco minutos para el final.
Sin embargo, Foley tuvo entonces la posibilidad de resarcirse de los lanzamientos errados previamente y con un disparo preciso dio la victoria a Australia.
Su equipo, en realidad, no debería haber llegado a sufrir tanto si Foley hubiera estado más efectivo. En el primer tiempo, Australia convirtió tres tries por intermedio de Adam Ashley-Cooper, Drew Mitchell y Michael Hooper, pero Foley falló en cada una de las conversiones.
