La historia de Los Pumas está marcada por la fuerte unión de los planteles y, en muchas ocasiones, la relación distante con la dirigencia. Con la llegada de Agustín Pichot como hombre fuerte de la Unión Argentina de Rugby se intentó quebrar esa "tendencia’ histórica del seleccionado de rugby. Pero a contramano de lo esperado, ahora el conflicto es interno entre los rugbiers. La salida por la puerta del fondo del coach, Santiago Phelan, así lo marca. "’Me voy porque lo que pasó (ventilar peleas de los jugadores y el staff técnico) no es la mejor manera de manejarse dentro de un equipo de rugby donde los principios y valores son otros”, remarcó Tati en su conferencia de prensa de salida tras seis años de gestión, donde el punto más fuerte resultó la llegada a cuartos de final del Mundial 2011 y la participación, sin ningún triunfo en doce encuentros, en las dos ediciones del Rugby Championship, junto a Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica.

Phelan reveló la división interna del grupo, la cual él no supo frenar y por eso se conocieron los cuestionamientos diversos. Por un lado, jugadores criticando el planteo amarrete de Martín Gaitán, ex Puma y encargado de la defensa; y por el otro, grietas cada vez más grandes entre los rugbiers. Se habla que hay tres grupos: uno que encabezan Juan Martín Hernández, Juan Manuel Leguizamón y Agustín Creevy; otro donde lideran Patricio Albacete, Juan Figallo y Eusebio Guiñazú; más el tercero, el de los jóvenes, al mando de Nicolás Sánchez, González Amorosino y Martín Rodríguez Gurruchaga. Se habla que el dinero fue un causante del quiebre interno: los más "antiguos’ habrían cobrado hasta 40 mil dólares por la reciente participación en el Championship, mientras que los menos experimentados no alcanzaron las cinco cifras de la moneda norteamericana. El sábado, en esa Catedral del rugby que es Twickenham, guiará el barco Daniel Hourcade ante los ingleses. En dos años viene el Mundial. ¿Cómo llegarán Los Pumas? Esa es la gran incógnita a resolver…