Finalmente y tras el escándalo (ver aparte), el partido en Brasil entre Independiente y Bahía, por el grupo B de la Copa Sudamericana, se jugó. Con varios futbolistas que no pudieron ingresar al país por problemas de Covid-19, el Rojo debía enfrentar en un duro partido al conjunto brasileño buscando seguir como líder de su grupo. Y lo logró: empate 2-2, punto valioso que lo mantiene en la cima y sueña. Ahora, Huracán por la Copa Liga Profesional.

El Rojo, que ayer debió ser dirigido por el entrenador de arqueros César Velázquez, sufrió la primera parte. El arquero Sebastián Sosa se hizo gigante bajo los tres palos. En tanto, sobre el final del primer tiempo, bajaron dentro del área a Alan Velasco, el juez cobró penal y Jonathan Herrera lo cambió por gol.

En el complemento, la lluvia torrencial no dejó que el juego se desarrolle con normalidad. A los 5", Velasco se hizo cargo de otra pena máxima y puso el 2-0 para la visita. Bahía avanzó y de la mano de Thaciano y Luiz Otávio llegó al empate a falta de diez minutos para el final. Y para colmo, en la siguiente jugada Tobal señaló el punto del penal por una falta de Sosa. Parecía que todo se le derrumbaba a Independiente, pero el gran arquero uruguayo sostuvo a su equipo en la cima: se lo atajó a Gilberto y festejaron todos como un gol.


Pesadilla

Parte de la delegación de Independiente fue deportada ayer a Buenos Aires desde Brasil, luego de que siete jugadores y parte del cuerpo técnico dieran positivo de Covid-19, pese a ya haber transitado la enfermedad. Así, estuvieron demorados seis horas en el aeropuerto antes de volver.