La definición de la Bundesliga tuvo de todo y finalizó con el místico Bayern Munich nuevamente campeón. Mainz actuó como juez y sentenció al Borussia Dortmund a seguir esperando para festejar. La hegemonía de los bávaros continúa: ya son 11 torneos locales consecutivos.

En la previa, BVB tenía todas las ganar. Una victoria de local en un Signal Iduna Park, ante su gente, lo haría alzarse con el trofeo y cortar de una vez por todas el poderío del Bayern, que lleva más de una década mirando a todos desde arriba.

Sin embargo, las circunstancias del fútbol y dos fuertes estocadas empujaron al Dortmund a quedarse con las manos vacías. Su rival de turno se escondió en la cueva, apeló al contraataque y se aprovechó de las pelotas paradas. Así, llegó al 2-0 gracias a dos cabezazos: uno de Andreas Hanche-Olsen y otro de Karim Onisiwo.

Encima, como si fuera poco, Sébastien Haller, que llevaba ¡cinco goles! en los últimos tres partidos, malogró un penal cuando el duelo estaba 0-1. Pese a irse abajo al entretiempo en desventaja, los Negriamarillos hicieron una buena primera parte, pero no estuvo finos en los últimos metros, dejando pasar situaciones inmejorables para emparejar el resultado y acercarse el título, que al final se les escurrió.

A varios kilómetros, en el Estadio Rhein Energie, Thomas Tuchel hicieron los deberes en un desempeño bastante discreto visitando al Colonia. Hicieron lo justo y necesario, pegando de entrada. A los 8' ya ganaba 1-0 gracias a un golazo de Kingsley Coman. Antes del cierre del PT aumentó la cuenta, pero todo quedó invalidado mediante el VAR por una mano previa.

En el complemento, Borussia salió con menos determinación que en el primer tiempo. El partido se despedazó y se volvió de ida y vuelta. En un peligro constante, pudo entregar una peor derrota, pero después de decenas de oportunidades desperdiciadas, llegó al tan ansiado descuento gracias a Raphael Guerreiro. A escasos minutos del final, Niklas Süle estampó el 2-2 definitivo. Pero había que ganar... o esperar que su máximo competidor no sume de tres. El tiempo apremiaba. Y no alcanzó. Los segundos restantes se esfumaron rápidamente, al igual que las sonrisas en las tribunas del Signal Iduna Park.

¿Y qué pasaba en simultáneo en la otra cancha? Colonia le dio una mano momentánea. Al menos para elevar el espíritu y la moral por unos minutos. Dejan Ljubicic empató transitoriamente el duelo ante Bayern y le daba el título al Dortmund. Hasta que Jamal Musiala, recién ingresado, volvió a poner a los bávaros por delante. El 2-1 fue suficiente para sostenerse en la cima del fútbol alemán.

Fuente: Olé