Bayern Munich de Alemania, campeón de la Champions y dirigido por Josep Guardiola, derrotó ayer 5-4 por penales, tras empatar 2-2, a Chelsea de Inglaterra, campeón de la Europa League y conducido por José Mourinho, y se adjudicó la Supercopa de Europa.

Los goles del encuentro, disputado en el estadio Eden de la ciudad de Praga, fueron convertidos por Franck Ribéry (47m. PT) y Javi Martínez (16m. STS), para el ganador y por Fernando Torres (8m. PT) y Eden Hazard (3m. PTS), para los ingleses. En tanto que en la definición por penales el arquero alemán Manuel Neuer contuvo el último disparo ejecutado por el belga Romelu Lukaku y permitió la victoria de su equipo por 5-4.

El Bayern Munich llegó a esta instancia definitoria tras haberse alzado con el título de la Liga de Campeones al vencer por 2-1 al Borussia Dortmund en la final. Por su parte, el Chelsea se adjudicó su pase a esta nueva final tras el triunfo obtenido ante el Benfica portugués, por 2-1, en la definición de la Europa League de esta temporada.

Más allá de la importancia de la final, el encuentro se destacó por la presencia de dos entrenadores, el español Josep Guardiola y el portugués José Mourinho, que mantienen una rivalidad futbolística desde el 2009 cuando se enfrentaron por primera vez en el empate sin goles entre el Chelsea y el Barcelona, por la fase de grupos de la Champions.

El equipo germano rompió su racha negativa en esta competencia y logró su primer título tras perder esta final en tres oportunidades. Mientras que Chelsea se adjudicó este trofeo en 1998 tras vencer por 1-0 al Real Madrid y cayó 4-1 en la final disputada en el 2012 ante el Atlético de Madrid conducido por el argentino Diego Simeone y ahora con el Bayern Munich.