Buenos Aires, 13 de septiembre.-Boca Juniors exhibió una de las más pobres producciones futbolísticas de los últimos tiempos, y el director técnico Alfio Basile sorprendió con un esquema táctico con tres jugadores en el fondo que sólo le trajo un gran disgusto.
El equipo porteño no creo situaciones favorables para convertir, salvo un tiro que pegó en el palo enviado por Federico Insúa, en el segundo tiempo.
Atlético Tucumán, con un planteo simple, con actitud ofensiva durante todo el cotejo, se adueñó del partido ante un Boca abúlico, lento y con jugadores con desplazamientos paquidérmicos.
En Boca no jugaron los lesionados Hugo Ibarra, Claudio Morel Rodríguez, Sebastián Battaglia y Pablo Mouche, y de acuerdo a lo exhibido por el equipo de Basile, el técnico no encontró a los futbolistas que pudieran reemplazar adecuadamente a los ausentes.
La supremacía Atlético Tucumán se dio durante gran parte del primer tiempo, y en el segundo período plasmó una victoria sin objeciones.
En el comienzo del partido el equipo local expuso claramente una actitud ofensiva, ya que cuando sólo se cumplía un minuto de juego, el movedizo Luis Rodríguez le ganó la posición a Julio Cáceres, eludió a Paletta y tiró un puntazo que alcanzó a rechazar Roberto Abbondanzieri.
Fue el comienzo del dominio del equipo tucumano, que rápidamente estableció una clara diferencia en el campo de juego porque sus volantes jugaban en el campo rival, y Boca no pudo acercarse con peligro a la valla defendida por Ischuk.
Por eso, no extrañó que a los 13 minutos, luego de una escapada de Rodríguez, la pelota fuera rechazada por Abbondanzieri, con un manotazo que cayó en los pies de Juan Pablo Pereyra, quién con un remate violento, de zurda, abrió el marcador.
Ni Juan Román Riquelme, cada vez más apático ni Guillermo Marino, que tendría una posibilidad de convertir recién sobre el final de ese período, pero tiró afuera, fueron los conductores que pretendía Basile.
En el segundo período, Atlético Tucumán siguió con la misma actitud ofensiva, prefirió jugar siempre en la zona defensiva de Boca y salvo un disparo de Insúa, a los 8 minutos, el equipo timorato de Basile no creó situaciones para marcar.
Y el golpe letal para Boca ocurrió a los 23 minutos, cuando luego de una gran jugada de Longo, que lanzó un centro perfecto, Matías Escobar cabeceó sin marcas y venció a Abbondanzieri.
A partir de la ventaja de dos goles, procuró defenderse lo más lejos posible de su área, y logró el objetivo de superar al equipo porteño sin ningún tipo de objeciones.

