Buenos Aires, 16 de mayo.- Boca envió su descargo a la Conmebol, que decidió iniciarle un expediente disciplinario después de que los jugadores de River hayan sido atacados con un gas que les produjo quemaduras, en el partido por la Libertadores. En el documento, el club reconoce su responsabilidad por los hechos de violencia que derivaron en la suspensión del encuentro, pero apunta a diferenciar la conducta del público y la del equipo. Esto, con el objetivo de conseguir que se disputen los 45 minutos que restan.
Pese a las señales que llegaron desde la Confederación Sudamericana, que daban cuenta de la posibilidad de que al club se le diera por perdido el partido ante River y se le aplicara una dura sanción, la dirigencia del club de la Ribera confía en torcer la decisión.
En el descargo, el club reconoce su responsabilidad, en su condición de organizador del evento. Y por eso, no objetará las penas que se le apliquen, tanto multas como suspensiones de su estadio.
Pero por otro lado, muestra la intención de continuar el partido ante River poniendo énfasis en la diferenciación entre la conducta del público y la de los jugadores. Consigna el artículo 23° del Reglamento Disciplinario que establece que "cualquier equipo por cuya responsabilidad se determine el resultado de un partido, se considerará como perdedor de ese encuentro por 3-0". Teniendo en cuenta eso, la jugada de Boca apunta a la distinción entre "equipo" y "club".
La respuesta oficial muestra un giro en cuento a lo que dijo ayer el presidente de Boca, Daniel Angelici. En conferencia de prensa, el dirigente aseguró que iban a acatar sin inconvenientes cualquier decisión de la organización internacional.
La determinación final se conocerá esta tarde en Asunción de Paraguay, donde se encuentra la sede del organismo que rige los destinos del fútbol en esta parte del continente.

