No parecía de verano, por como se planteó el partido. San Lorenzo, demostró poco, aunque quiso estar a la altura de la circunstancia pero se topó con un Boca totalmente renovado, que aparentó ser el mismo de hace unos años. Sólido en las líneas y aguerrido. De esta forma le dio clase de fútbol a San Lorenzo ganándole 3-0 en Mar del Plata y coronándose campeón de la Copa de Oro.

La pelota iba y venía por el césped del Minella de Mar del Plata en los primeros minutos del partido tocando las áreas de Luchetti y Migliore, pero rápidamente el equipo de Falcioni comenzó a despertar, y las estrellas que tiene la nueva cara de Boca comenzaron a sonar y hacerse protagonistas en la noche sabatina. Aunque la primera llegada de peligro la generó San Lorenzo, pero Luchetti ahogó el grito del gol azulgrana.

Llegando al cuarto de hora, el equipo de la Ribera comenzó a manejar más los tiempos del partido y con el dominio del balón, festejó. Chávez desbordó por la franja derecha y largó el centro. Ningún defensor rival supo despejar y el arquero lo único que hizo fue mirar. Apareció por detrás Diego Rivero, para convertir y de esa forma, darle fuerza a la "ley del ex'. El Burrito -que no festejó su conquista- puso en ventaja a los Xeneizes, dando el primer paso para un triunfo luego contundente.

Desde ese momento Boca comenzó a adueñarse de la pelota y distribuir el balón en la mitad de la cancha. Los minutos pasaron y el equipo de Ramón Díaz no le encontró la vuelta y al no tener reacción, Boca siguió llegando al arco de Migliore con remates de media distancia. El Burrito Rivero -la figura del partido- apretó el acelerador, como en una especie de desafío con Ramón, demostrándole que podría haberlo tenido en cuenta.

Luego de esto, llegó el segundo cachetón Xeneize. Nuevamente, como el sábado pasado ante River, apareció el juvenil Nicolás Colazo con un remate desde fuera del área, pegado al palo izquierdo del arquero cuervo, que no pudo hacer nada.

Así Boca se fue al descanso con dos goles de ventaja sobre un rival que no mostró peligro. Y sobre el final de la etapa, por si fuera poco, un baldazo de agua fría para Ramón, debido a la expulsión de Aureliano Torres.

El complemento comenzó de la misma forma en que terminó la primera parte. Basta con decir que Pablo Mouche, aumentó el tablero a los 6 minutos, con un tiro libre al ángulo sin nada que hacer para el arquero del Ciclón. Fue más de los mismo la segunda parte. Sin tener un juego brillante, "el Boca campeón" fue impenetrable cuando defendió e imparable cuando atacó.